Científicos de la Newcastle University han revelado el mecanismo por el cual las neuronas, las células nerviosas del cerebro y otras partes del cuerpo, envejecen
La investigación fue publicada en Aging Cell y ofrece la oportunidad de entender la relación que tiene el envejecimiento de las neuronas con enfermedades neurodegenerativas.
El proceso de envejecimiento tiene sus raíces en lo profundo de las células y las moléculas que conforman nuestro cuerpo. Los nuevos descubrimientos complementan algo que los científicos han estudiado por años, la senescencia celular, la cual es el proceso que siguen las células que son expuestas a daños y estrés, a fin de repararse para retrasar la muerte y evitar la formación de células cancerígenas a través de la división celular, como un intento por renovarse.
Sin embargo, este proceso evidencia la edad de una célula, ya que entre más vieja sea, la capacidad de reparación será menor, así como su capacidad para dividirse.
Gracias a las investigaciones del grupo liderado por el doctor Thomas von Zglinicki, se ha demostrado que las neuronas, de las cuales se sabe muy poco sobre el proceso de envejecimiento, utilizan un proceso similar, aunque tienen diferentes propiedades a las demás células del cuerpo.
Esto desafía las suposiciones previas de la senescencia celular y abre nuevas áreas de estudio en cuanto a tipos de tratamientos contra condiciones como la demencia, males de las neuronas motoras y pérdida del oído asociada a la vejez.
El profesor Zglinicki y su equipo experimentó con una colonia de ratones de edad avanzada; gracias a sus estudios descubrieron que las neuronas que están envejeciendo siguen el mismo proceso de senescencia que los fibroblastos, las células de la piel que se dividen para reparar heridas o daños en general, lo cual hasta el momento no había sido observado ni considerado en las neuronas ya que estás no tienen la capacidad de dividirse.
Cuando el ADN de una célula es dañando, esencialmente responde reprogramando al fibroblasto senescente y produce sustancias peligrosas, en su lucha por repararse, para las células sanas que se encuentran alrededor, algo parecido a la analogía de que una manzana podrida dentro de un cesto puede podrir a las demás, lo cual desencadena que otras células afectadas se dividan e intentan repararse; si el daño no es muy grave, el intento será exitoso.
Bien, este proceso no se asociaba a las neuronas, debido a que no tienen la capacidad de dividirse, pero la investigación descubrió que ante un daño genético, las neuronas pueden hacer un intento por encima de su propia naturaleza y dividirse para repararse.
“Lo que sigue ahora es determinar si el mecanismo que descubrimos en el cerebro de los ratones, también se asocia al envejecimiento cerebral y pérdida cognitiva en los humanos. Creemos que hemos encontrado un atajo para entender cómo pasa el tiempo en las células cerebrales”, dijo el profesor Zglinicki.
La investigación contribuirá a responder a la pregunta sobre si se puede retrasar en envejecimiento e incrementar la longevidad, un dilema que se ha instaurado en la ambición de la cultura.
Referencias:
Diana Jurk, Chunfang Wang, Satomi Miwa, Mandy Maddick, Viktor Korolchuk, Avgi Tsolou, Efstathios S. Gonos, Christopher Thrasivoulou, M. Jill Saffrey, Kerry Cameron, Thomas von Zglinicki. “Postmitotic neurons develop a p21-dependent senescence-like phenotype driven by a DNA damage response”. Aging Cell.