Mono Aullador Negro- panoramio

Mono Aullador Negro- panoramio


El 14 de julio fue establecido como el Día Internacional del Chimpancé, por el Instituto Jane Goodall, para que todos recapacitemos sobre la importancia que estos animales juegan en el medio ambiente.

La fecha se escogió porque fue el 14 de julio de 1960, cuando la doctora Jane Goodall llegó a Gombe (Tanzania) para estudiar los chimpancés.

Hace casi 60 años, una mujer subió a las colinas de Tanzania para observar a 500 metros de distancia a una población de monos. Todos los días a la misma hora por 2 años, hasta que la comunidad de primates se acostumbró a verla y poco a poco dejaron que la mujer entrara unos 30 metros más a su comuna. La mujer estableció entonces “el club plátano” un espacio de contacto en donde compartían alimentos y así ella pudo observar que los primates eran también carnívoros, desarrollaban herramientas de caza y tenían procesos sociales complejos, 2 características que hasta entonces, se creía que era solo de los humanos.

Era Jane Godall, una científica que retó a sus pares a redefinir las diferencias entre humanos y primates, y rescató el concepto de investigación con base en la observación no amenazante por lo que se postuló en contra de mantener cautivos a los chimpancés. «Cuanto más aprendemos de la verdadera naturaleza de los animales no humanos, las preocupaciones éticas se plantean con respecto a usarlos al servicio del hombre, ya sea para entretenerse, como mascotas, para comer, en laboratorios de investigación o para cualquiera de los otros usos a los que los sometemos”.

Hoy en día México enfrenta un desafío de conservación de primates. En las selvas tropicales del sureste mexicano habitan 3 especies de monos: el mono aullador negro, el aullador de manto y dos subespecies de mono araña, las cuales continúan en gran riesgo de extinción a pesar de que en 2002 la CONABIO, diera a conocer el estado de la cuestión.

Mono Aullador (Alouatta caraya)- Hector Schreiber

Mono Aullador (Alouatta caraya)- Hector Schreiber

 

La principal amenaza para ellos es la pérdida de su hábitat, tanto que al día de hoy el 77 por ciento ha desaparecido. Su conservación es considerada como prioritaria por la función que realizan al ecosistema ya que se consideran principales dispersores de las semillas lo que contribuye a regenerar las selvas.

El área considerada para su conservación es de 71 mil 808 kilómetros cuadrados que abarca el 15.4 por ciento del área de ocho estados. Dado el grado de amenaza, la CONABIO estableció en 2002 una serie de lineamientos para cuidar mejor a nuestros antepasados evolutivos.

En ese momento se fijo la meta de cuidar al menos el 30 por ciento de su territorio en los 8 estados en donde están presentes. Sin embargo, las selvas continúan reduciéndose y perdemos anualmente 500 mil hectáreas de bosques y selvas.  De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 52 por ciento del territorio de México estaba poblado con bosques y selvas y 20 años después solo el 18 por ciento.

El legado de la antropóloga es sobre la ética y el uso de los animales. Ahora, como embajadora de la paz invitó a sus colegas a pensar en esto: “a los estudiantes se les enseña que es éticamente aceptable perpetrar, en nombre de la ciencia, lo que, desde el punto de vista de los animales, ciertamente calificaría como tortura. Realmente los científicos deben esforzarse más por encontrar alternativas al uso de los animales en la investigación”. 

Mono araña de manos negras (Ateles geoffroyi)

Mono araña de manos negras (Ateles geoffroyi)

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