Diana Orea Cortina, estudiante del noveno bloque de Ingeniería Química de la Universidad Veracruzana (UV), es ayudante de investigación en el Laboratorio de Ingeniería en Reactores de Polimerización adscrito a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), labor que por lo regular es asignada a alumnos de posgrado.

Su primer contacto con esa entidad académica fue una movilidad estudiantil que realizó en 2011: “Si yo no hubiera estado en la UV no se me hubieran abierto las puertas a todo lo que estoy viviendo. La UV es mi plataforma de despegue”, expresó emocionada.

         A Diana le bastó cursar una experiencia educativa dedicada a los polímeros para que éstos atraparan todo su interés. “Miguel Antonio Roldán Rico fue el catedrático que me dio la clase y me motivo a tener interés por los polímeros”, rememoró.

         Aunque al principio Diana estaba insegura de gestionar una movilidad estudiantil, su Director y Secretaria Académica la alentaron para que lo hiciera, pues al ser representante de la generación 2009 las autoridades administrativas de su Facultad la involucraron en actividades propias del cargo, como la elaboración de horarios escolares, organización de conferencias académicas, entre otros, y notaron sus amplias capacidades.

         “Todo eso me ayudó a no tener miedo y echarle muchas ganas”, compartió.

         Una vez aceptada, eligió cursar en la UNAM todas las materias posibles sobre polímeros, ya que se trata de una oferta educativa limitada en esta institución. “La gente cree que los polímeros son sólo los plásticos, pero de ellos podemos obtener telas, los podemos tener en la comida, en juguetes, entre muchas otras cosas más”, explicó.

         La universitaria compartió el entusiasmo con que cursó su movilidad en la UNAM: “Le echaba muchas ganas, participaba en clase, a pesar de que al principio tenía miedo porque era la única de intercambio. Me aventuré porque no sabía mucho del tema, pero empecé a leer y hacerme de más herramientas a fin de no quedarme atrás”.

         Días antes de que concluyera su semestre de movilidad académica en la Facultad de Química de la UNAM, uno de sus profesores, Eduardo Vivaldo Lima –miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel III–, le ofreció ser partícipe en un proyecto en el Laboratorio de Ingeniería en Reactores de Polimerización, en calidad de ayudante de investigador.

         Diana aceptó y en consecuencia el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología le otorgó una beca, que concluye en marzo de 2014, convirtiéndose así en la primera universitaria de licenciatura que presta sus servicios en proyectos de tal envergadura, algo que normalmente hacen quienes estudian un posgrado relacionado con el tema.

Por tal motivo, durante el semestre enero-julio 2013 viajó semanalmente a la Ciudad de México para cumplir con las encomiendas de investigación allá asignadas, y así seguirá hasta concluir su participación en el proyecto de investigación.

“Investigamos la mejora de la producción de etileno a través de estimuladores. Es mi tema de tesis y a su vez me integré a la línea de investigación del doctor Eduardo Vivaldo Lima”, puntualizó.

         Vivaldo Lima alterna sus actividades de la UNAM desempeñándose como profesor en la Universidad de Ottawa, Canadá, donde se encuentra actualmente y desde donde coordina, guía y orienta las actividades de Diana, que gracias al Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF) puede realizar.

         “No conozco el sistema de enseñanza rígido, pero gracias al MEIF pude aprovechar la oportunidad de realizar una movilidad académica y después acomodar mis horarios para poder estar investigando en la UNAM y estudiando en la UV al mismo tiempo; el MEIF me dio la facilidad –el semestre pasado– de no venir a clase los lunes y martes, días que viajaba a México.”

         A la fecha, Diana, de 22 años y oriunda de Xalapa, tiene la propuesta de estudiar una maestría sobre polímeros en la UNAM o en la Universidad de Ottawa.

         “La clave es no tener miedo a seguir adelante, porque definitivamente yo soy una persona de bajos recursos, pero no por eso me limité, al contrario, me aventuré. Hay que leer y estar dispuesto a aprender de todo”, aconsejó a los estudiantes de la UV.

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