La empresa Quetzal Aeroespacial, con sede en Querétaro, emplea tecnología especial que detecta la radiación de las plantaciones; hasta ahora cuenta con tres patentes
A partir de 2010, la empresa Quetzal Aeroespacial, con sede en la ciudad de Querétaro, comenzó a manufacturar aviones no tripulados (drones). A poco más de cuatro años de su apertura, la firma ha manifestado su intención de utilizar esas plataformas aeronáuticas para optimizar las técnicas de los agricultores, en aras de fomentar la llamada “agricultura de precisión” en el país.
El ingeniero Jorge Alberto Ortega Sánchez, director de la compañía, detalló que gracias al apoyo de especialistas del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) se detectó que las plataformas aéreas no tripuladas de Quetzal Aeroespacial podrían ser implementadas para tareas tecnológicas aplicadas a la agricultura.
“Los científicos del CICESE nos propusieron un uso para nuestras plataformas, hasta ese entonces desconocido por nosotros, llamado agricultura de precisión”, detalló Ortega Sánchez. Agregó que tal término define el monitoreo del ciclo de cultivo, desde la siembra de las semillas hasta la cosecha; y que es una alternativa para emplear la tecnología (diferente a la genómica) en ese sector estratégico”.
Diversos especialistas han señalado que una de las más grandes ventajas de la agricultura de precisión es que mediante imágenes satelitales o de cámaras especiales es posible apreciar y monitorear grandes zonas de un solo vistazo. Eso, gracias a que los cultivos sanos emiten un tipo de radiación peculiar, pero ésta cambia cuando se encuentra plagada o enferma porque sus propiedades físicas se alteran.
“Sin embargo, hay ocasiones en que las imágenes satelitales podrían no ofrecer resultados óptimos, puesto que es posible que no se requiera el monitoreo de una gran extensión, sino de alguna zona del cultivo en particular. Es por eso que nosotros innovamos el cultivo de precisión mediante aviones no tripulados equipados con cámaras especiales”, manifestó el director de la firma mexicana.
De acuerdo con Ortega Sánchez, la empresa Quetzal Aeroespacial se plantea la consolidación de las plataformas aéreas no tripuladas como un servicio. De esa forma, destacó, los agricultores podrán tener acceso a esas tecnologías sin la necesidad de adquirir un drone o conocimientos específicos para su operación, a un costo accesible.
El especialista en aeronáutica, quien realizó sus estudios de ingeniería en el Instituto Politécnico Nacional, mencionó que actualmente la empresa focaliza sus esfuerzos en el desarrollo de cámaras específicamente diseñadas para labores agrícolas, así como para otras áreas como ingeniería civil, arqueología, inspección e incluso protección civil.
Al día de hoy, la empresa ha logrado obtener tres patentes, así como otros tipos de protección intelectual (modelos de utilidad, diseño industrial). Hasta el momento la firma ha desarrollado tres tipos de aeronaves no tripuladas.
Jorge Alberto Ortega Sánchez señaló que la consolidación de la empresa Quetzal Aeroespacial, así como el desarrollo de los drones mexicanos destinados a tareas civiles, ha sido posible gracias al apoyo de instancias académicas como el Instituto Politécnico Nacional, el CICESE, el Tecnológico de Monterrey, la Universidad Aeronáutica de Querétaro, así como diversas instancias privadas.
Al largo plazo, la firma se plantea el desarrollo de aeronaves tripuladas, con lo que se busca fortalecer la prometedora industria aeroespacial mexicana.