La agencia espacial de Estados Unidos, la NASA, anunció hoy que concedió contratos a Boeing y a SpaceX para construir naves espaciales comerciales que enviarán a astronautas estadounidenses al espacio desde territorio nacional.
\’Hoy nos encontramos un poco más cerca de lanzar a nuestros astronautas desde territorio estadounidense en una nave espacial estadounidense para poner fin a la dependencia del país de Rusia para el 2017\’, dijo el administrador de la NASA, Charles Bolden.
Bolden hizo las declaraciones en una conferencia de prensa transmitida por televisión desde el Centro Espacial Kennedy en Florida.
Bolden señaló que la NASA tiene planeado usar la nave CST-100 de Boeing y la Dragon de SpaceX para trasladar a los astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI) y regresarlos a la Tierra.
El valor total del contrato de Boeing es de 4.200 millones de dólares y de 2.600 millones de dólares para SpaceX, dijo, y agregó que las naves espaciales serán lanzadas desde el complejo de Cabo Cañaveral en Florida.
El tercer gran contendiente de la licitación, Sierra Nevada Corp. con sede en Colorado, que desarrolló un minitransbordador llamado Dream Chaser, fue descartado, pero la NASA no explicó la razón.
\’No fue una elección fácil, pero es la mejor elección para la NASA y para la nación\’, añadió Bolden.
\’La asociación con Boeing y SpaceX promete dar a más personas … la oportunidad de experimentar la maravilla y euforia del vuelo espacial\’.
Los contratos incluyen que cada compañía realice al menos un vuelo tripulado de prueba a la EEI con al menos un astronauta de la NASA a bordo, indicó la NASA.
Una vez que el programa de prueba de cada compañía haya sido realizado de manera exitosa, cada contratista llevará a cabo al menos dos, y máximo seis, misiones tripuladas a la EEI, añadió la NASA.
Estas naves espaciales también transportarán astronautas de otros países a la EEI, aclaró la agencia espacial.
Actualmente, el único vehículo disponible para trasladar humanos a la estación espacial es la nave rusa Soyuz y la NASA paga 70 millones de dólares a Rusia por asiento para llevar a los astronautas al laboratorio orbital.
La NASA creó el programa comercial tripulado con la esperanza de dejar de depender de Rusia.
La agencia ya ha invertido más de 1.400 millones de dólares para ayudar a las compañías privadas a desarrollar la próxima generación de naves espaciales capaces de trasladar humanos de ida y vuelta a la órbita terrestre baja.