Sandra Isabel Jiménez Mateos *
El 11 de julio de 1975 se anunció de forma oficial el hallazgo de los Guerreros de Terracota, un increíble ejército de más de 8 mil piezas construidas precisamente de ese material, terracota, o barro.
Aunque el descubrimiento ocurrió mucho más de un año antes, cuando una familia de agricultores chinos se topó con la cabeza de uno de los soldados mientras estaba cavando un pozo en busca de agua.
De hecho el arqueólogo Zhao Kangmin, quien hizo los primeros trabajos exploratorios de ese gran ejército, estuvo renuente a hacer público el descubrimiento.
Zhao, un agricultor local convertido en curador de museo en la provincia central china de Shaanxi, fue sometido a una sesión de «autocrítica» a fines de la década de 1960, como una persona «involucrada con cosas viejas», como parte de la Revolución Cultural del presidente Mao, durante la cual los temidos guardias rojos buscaban destruir viejas tradiciones y formas de pensar para «purificar» a la sociedad.
En 1974 la presión había disminuido, pero aún cuando Zhao estaba animado por este increíble descubrimiento, también estaba nervioso, porque tenía dudas de que podría pasar con las estatuas.
Y decidió «mantenerlo en secreto», restaurar las piezas, «y luego esperar la oportunidad de reportarlo».
Zhao contestó el teléfono un día de abril de 1974, y en esa llamada le dijeron que un grupo de agricultores había encontrado algunas reliquias cuando excavaban un pozo para agua, en medio de una intensa sequía.
Zhao llegó a la zona y le mostraron fragmentos de las estatuas y le mencionaron que incluso encontraron puntas de flecha de bronce, las cuales vendieron como desecho.
Todavía no se sabe cuál era la misión del ejército enterrado en Xian (China), junto a la tumba de Qin Shi Huang (259 a. C. – 210 a. C), conocido como el Primer Emperador de China, porque fue quien unificó ese gran imperio. Algunos expertos sostienen que las 8,000 figuras de guerreros y caballos protegían al emperador, pero otros creen que salvaguardaban los secretos del imperio.
Las figuras son diferentes entre ellas: hay soldados jóvenes, mayores y con rasgos de diferentes etnias de la época. Cada miembro del ejército viste un uniforme característico y representa el rango militar que ocupaban sus propietarios, que portan consigo algún tipo de arma: arco, lanza, espada etc. Gran parte del armamento fue sustraído tras la caída de la dinastía Qin.
Pero también existe la teoría de que ese gran ejercito se construyó gracias a artistas extranjeros que instruyeron a los artesanos chinos a esculpir estas estatuas.
En 2016 el historiador británico Dan Snow anunció su teoría de que artesanos griegos podrían haber influido de manera determinante en la creación de los Guerreros.
En este sentido acumuló evidencia sobre la importación de técnicas e ideas provenientes del mundo occidental durante ese periodo, la cual recuperó con alta tecnología de esos años y con la ayuda de expertos internacionales.
Su propuesta la planteó en el documental The Greatest Tomb On Earth: Secrets of Ancient China (La mayor tumba en La Tierra: secretos de la antigua China) (https://youtu.be/lai6v3eMYjc?si=cL4NArUtM6oENJU4).
Tras desenterrar acróbatas de terracota y figuras de bronce de patos, cisnes y grullas, los expertos sospechan que la influencia griega llegó al arte de esta región asiática. Además, se ha recuperado ADN europeo en varios esqueletos hallados al noroeste de China.
* Investigadora académica del IIESES de la Universidad Veracruzana