Se trata de un cuerpo celeste que posee, inalterados, gases congelados y volátiles como amoniaco, monóxido y dióxido de carbono, además de agua, con información del Sistema Solar primigenio.
“Todos son hielos, pues se encuentran en estado sólido en un ambiente de muy baja temperatura, pero al acercarse al Sol se calientan y se subliman, es decir, cambian su condición del sólido al gaseoso, sin pasar por el líquido”, detalló el astrofísico.
Una vez que pase cerca de la Tierra, este cometa seguirá su viaje y se perderá en el espacio interestelar, advirtió el joven científico.
Catalina tuvo su mayor acercamiento al Sol el pasado 17 de noviembre, así que en estas semanas sus gases sublimados están listos para ser estudiados.
“Aunque sus componentes son conocidos y se han examinado en otros cometas, lo original pueden ser sus mezclas o combinaciones, que podrán analizarse con espectrógrafos”, añadió Muñoz, quien está a punto de titularse como doctor en Astronomía y es discípulo de la investigadora Bárbara Pichardo Silva, del IA.
Visible en sitios oscuros con binoculares
Este cuerpo celeste fue descubierto en octubre de 2013 por el Catalina Sky Survey, un programa de investigación operado por el Lunar and Planetary Laboratory de la Universidad de Arizona, Estados Unidos.
Tiene una inclinación de 150 grados y es retrógrado. Cuando se descubrió era de una luminosidad muy débil, de magnitud 19, pero ahora alcanzó una de seis, lo que implica que podrá observarse con telescopios y hasta con binoculares en lugares oscuros, especialmente la noche del 17 de enero en el hemisferio norte del planeta.
“Al ser un cometa nuevo, que no está ligado al Sistema Solar, no ha pasado antes cerca de la Tierra; lo hace en estas semanas por única vez y luego se irá, para perderse”, recalcó Muñoz.
Junto con los asteroides (constituidos de metales), los satélites y los planetas, los cometas forman el Sistema Solar. Sus apariciones periódicas ayudan a conocer las trayectorias (elípticas, parabólicas e hiperbólicas) con las que orbitan alrededor del Sol.
Visibilidad desde la Tierra
Desde principios de diciembre 2015, el cometa es visible en el Hemisferio Norte en la madrugada. A partir de la primera semana de Enero, coincidiendo con la disminución del brillo lunar (Luna Nueva el 10 de Enero), las condiciones de observación del cometa son óptimas. El cometa será visible desde media noche hasta la salida del Sol. Lo más importante es situarse en un lugar oscuro.
A simple vista será posible distinguir la zona central del cometa mientras que para observar detalles es recomendable usar unos pequeños prismáticos. Como el cometa proviene de la Nube de Oort, es complicado predecir cuál será la evolución de su brillo. Las últimas predicciones indican que el cometa puede alcanzar una magnitud aparente de alrededor de +5 (visible a simple vista) a mediados de Enero, momento ideal para su observación pues el cometa se encontrará cerca de la Osa Mayor, entre las estrellas Mizar y Alkaid.