Los llamados firmicutes habitan la flora intestinal, crecen con una alimentación alta en grasas y carbohidratos, por lo que se asocian con la ganancia de peso. Las personas con obesidad tienen mayor cantidad de esta bacteria.
Un grupo de investigadores en biología molecular han demostrado que al ingerir alimentos con escasos nutrientes, la propensión a desarrollar alteraciones metabólicas como obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares es mayor.
Matthew Tripp, doctor en Fisiología Genética Microbiana y Microbiología por la Universidad del Estado de Washington en los Estados Unidos explicó que en el 90 por ciento del cuerpo hay bacterias y hongos. Los microorganismos llamados firmicutes habitan la flora intestinal, crecen con una alimentación alta en grasas y carbohidratos, por lo que se asocian con la ganancia de peso; en tanto las personas con obesidad tienen mayor cantidad de esta bacteria.
El equilibrio de los microorganismos presentes en el intestino humano, puede ser la diferencia entre la salud y la enfermedad. Los alimentos que se consumen van a ser un indicador de una flora bacteriana saludable o no.
“En 2014 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó cerca de dos mil millones de adultos de 18 o más años con sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones padecen obesidad”, agregó el doctor Tripp.
En México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el 70 por ciento de los adultos tienen sobrepeso u obesidad.
Por su parte, el doctor Luis N. Pacheco, miembro de la Academia Americana de Médicos de Familia y director médico de la Unidad de Cuidados de Transición del Centro Médico del Hospital de California, agregó que además de la alimentación, el estrés influye en el aumento de peso. “Los niveles de cortisol -la hormona que incrementa el azúcar en la sangre- aumentan y generan grandes cantidades de insulina. Luego hay una reacción donde el azúcar baja y produce hambre, además de inflamación, gordura y diabetes”.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recomienda consumir diariamente un mínimo de 400 gramos de frutas y verduras para prevenir enfermedades crónicas como diabetes y obesidad; sin embargo en México se consumen sólo 120 gramos.
Aunado a ello, los expertos detallaron alternativas para prevenir estos padecimientos, entre ellas actividad física, cuidar las medidas de la cintura considerando 88 centímetros para las mujeres y 102 para hombres; además de un suplemento adecuado.
Como parte de dicho estudio, el doctor Tripp indicó que existe un “rol clave” de la microbiota intestinal (comunidad de microbios) en el desarrollo de la obesidad, porque éstos en su mayoría habitan en el organismo y no representan riesgo para la salud, incluso ayudan al cuerpo en la digestión de carbohidratos y al sistema inmune.
Sin embargo, aclaró que es importante el equilibrio de la microbiota porque esta puede ser la diferencia entre la salud y la enfermedad. Dicho equilibro se logra a partir de los alimentos que se consumen, por ejemplo, si es pobre la alimentación en la persona, la microbiota se va a desequilibrar, lo que desencadena alteraciones metabólicas que producen enfermedades u obesidad.
“La inflamación crónica causada por una mala nutrición y el desequilibrio de la microbiota se asocia con la aparición de disfunciones metabólicas y de enfermedades crónico degenerativas como la diabetes, la obesidad y enfermedades cardiovasculares”.
(Agencia ID)