Un trabajo minucioso

Una nueva esperanza se dibuja para eliminar la enfermedad del sueño, que, a pesar de haber experimentado un claro retroceso durante el siglo XX, sigue siendo un problema de salud de gran preocupación en la África subsahariana y una enfermedad tropical desatendida. Un equipo de investigación internacional, entre ellos entomólogos del IRD, del Génoscope y del Cirdes, acaba de publicar en la revista Science la secuenciación del ADN de la mosca tsé-tsé. Esta transmite el parásito a los hombres y a los animales domésticos a través de su picadura. Fueron necesarios diez años de trabajo para que los aproximadamente 145 científicos del consorcio pudieran revelar el genoma de la mosca vector, llamada también glossina. Han determinado a su vez la estructura de sus genes así como las proteínas codificadas para cada uno. Conocer su genoma resulta imprescindible para comprender la biología de la mosca tsé-tsé.

Una mosca diferente al resto

Esta información es de particular importancia para la glossina. De hecho, esta es única en el plano biológico. Se distingue del resto de los insectos en varios aspectos. En primer lugar, contrariamente a otros vectores en los cuales únicamente la hembra pica para alimentarse de sangre, los dos sexos son hematófagos. Es más sorprendente si cabe que la mosca posea un modo de reproducción muy singular, en comparación con el de los mamíferos. Esta mosca no pone huevos pero da a luz a una larva desarrollada tras diez días de gestación en su útero, durante los cuales alimenta a su progenitor con una secreción láctea. El acceso a su ADN representa un gran avance científico y acelerará la investigación de su biología fundamental. De esta manera abre una nueva vía de nuevas perspectivas para luchar contra este vector.

Una enfermedad desatendida

La detección y el tratamiento de la enfermedad del suelo, o tripanosomiasis humana africana (THA), son costosos, pesados y tóxicos. La prevención de la enfermedad, gracias a la elaboración de una vacuna resulta difícil debido a la capacidad de la tripanosomiasis de desbarajustar el sistema inmunitario de los mamíferos. La lucha antivectorial sigue siendo de momento el único medio de romper el ciclo de transmisión de la enfermedad.

Poco a poco, la THA se convierte en una enfermedad menos descuidada, que moviliza a una comunidad científica cada vez más importante gracias a trabajos como este. Estos trabajos

deberían permitir nuevos avances concretos para las poblaciones desfavorecidas que son víctimas de esta plaga.

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