“No hay que destronar al inglés, sino que hay que ganarse la segunda posición”, indicó José Luis Garcia Delgado, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, durante la presentación del libro El español, lengua de comunicación científica.
Según el libro, editado por la Fundación Telefónica y la editorial Ariel –y coordinado por García Delgado junto a José Antonio Alonso y Juan Carlos Jiménez–, la lengua española ha de reforzar su posición en el ámbito internacional de la comunicación científica mediante un uso bilingüe con el inglés.
La obra analiza el papel del español en campos del saber como las ciencias sociales, biomédicas y humanidades, además de recoger la opinión de más de 15 expertos sobre el tema. Incluye un estudio bibliométrico de la publicación científica en español que arroja un balance bastante negativo: el papel del español es marginal en el ámbito de la producción científica.
Aún así, la lengua española ocupa posiciones aceptables en la investigación en el campo de las humanidades, porque la comunidad hispanista ya está internacionalizada en su origen y usa esta lengua de forma habitual para comunicarse.
El papel del español es marginal en el ámbito de la producción científica internacional
Durante la presentación los autores han recordado que los hispanohablantes están muy bien situados a nivel internacional en el caso de la producción cultural, como el cine, la música y la literatura. “Hoy la lengua española es, sobre todo, americana, ya que nueve de cada diez de sus hablantes están en América”, ha añadido Fernando Rodríguez Lafuente, director de ABC cultural.
“La lengua franca de la ciencia es el inglés, las principales herramientas de divulgación –como la web– también están en ese idioma, y la wikipedia inglesa le da mil vueltas a la versión en español”, se ha lamentado Sampedro, redactor científica de El País, que también ha hablado sobre el problema de los neologismos (como software o hardware) que tardan en llegar a traducirse.
En el caso de las ciencias naturales y disciplinas técnicas, que generan nuevo léxico de forma constante, la aceptación de los términos foráneos se cristaliza en nuestro idioma de forma rápida. Es el caso de términos como tuitear, cliquear y ‘resetear’.
De todas formas los expertos también han destacado que existen algunos canales de comunicación científica que usan el español como lengua de comunicación. Es el caso de las academias científicas españolas e hispanoamericanas, que generan plataformas comunes de difusión como proyectos de investigación conjuntos, revistas científicas compartidas o congresos propios.
El nuevo libro es la decimosegunda entrega de la colección El Valor Económico del Español de la Fundación Telefónica. Esta colección se inició en 2006 para dar a conocer el potencial económico de esta lengua.