Desde hace 10 años, importantes campañas de fumigación han eliminado las chinches que transmiten la enfermedad de Chagas en numerosos países de América Latina. Pero en diversas regiones estos insectos, cuya especie vector principal es la llamada Triatoma infestans, persisten o reaparecen en el hábitat humano. ¿Cómo se explica este fenómeno? Investigadores del IRD y sus colaboradores demuestran que las poblaciones de la misma especie que viven por lo general en la naturaleza recolonizan las zonas peridomésticas.
Chinches muy extendidas
El estudio llevado a cabo en Bolivia, país donde la tasa de infestación y la prevalencia han sido las más elevadas, revela que estas poblaciones salvajes son mucho más abundantes en el medioambiente de lo que se pensaba. Los científicos han examinado el conjunto de la zona endémica históricamente afectada por la enfermedad. Han sacado a la luz más de 40 lugares infestados y no identificados hasta la actualidad y, incluso donde no esperan descubrir insectos salvajes: en las proximidades de los pueblos, incluso en las viviendas, así como en las tierras bajas de la región del Gran Chaco. Hasta hace poco se pensaban que las poblaciones naturales de Triatoma infestans se confinaban en el valle de Cochabamba, en el centro del país. Estas chinches salvajes ocupan a su vez un nicho ecológico mucho más amplio del inicialmente descrito.
Peligro de reemergencia en el hombre
El análisis del ADN de los individuos salvajes recolectados, en comparación con el de los insectos domésticos, muestra que los dos tipos de poblaciones están muy próximas genéticamente. Esto resulta de un intercambio de genes entre las mismas, debido al desplazamiento de estos insectos de un medio a otro. Las chinches salvajes parecen sentirse capaces de adaptarse al hábitat humano, al igual que lo hacen sus semejantes domésticos. Además, el análisis de su contenido estomacal revela, sorprendentemente, que se alimentan en el medio natural y, en parte, de sangre humana. De hecho, si bien las chinches encontradas en las proximidades de los pueblos pican en su mayoría a pequeños roedores, alrededor de un 20 % de su alimentación proviene del hombre.
Estos trabajos señalan a su vez un índice de infección de los insectos extremadamente elevado. Los investigadores han analizado su tubo digestivo para detectar el ADN del parásito Trypanosoma cruzi, responsable de la enfermedad. Resultado: una chinche de cada dos es portadora del patógeno. Lo que aumenta enormemente el riesgo de reemergencia de la enfermedad en el hombre.
El estudio desvela el fracaso de las acciones de lucha contra la enfermedad de Chagas en ciertas regiones de América Latina. Queda por entender qué factores empujan a las chinches salvajes a emigrar hacia los pueblos, para definir las medidas que pueden tomar las autoridades sanitarias y los habitantes para protegerse de todo contacto con los vectores.
Información bibliográfica completa
Barnabé Christian, Buitrago R., Brémond Philippe, Aliaga C., Salas R., Vidaurre P., Herrera C., Cerqueira F., Bosseno Marie-France, Waleckx E., Brenière Simone Frédérique. Putative panmixia in restricted populations of Trypanosoma cruzi isolated from wild Triatoma infestans in Bolivia. Plos One, 2013, 8 (11), p. e82269. ISSN 1932-6203
Brenière Simone Frédérique, Salas R., Buitrago R., Brémond Philippe, Sosa V., Bosseno Marie-France, Waleckx E., Depickere S., Barnabé Christian. Wild populations of Triatoma infestans are highly connected to intra-peridomestic conspecific populations in the Bolivian Andes. Plos One, 2013, 8 (11), p. e80786. ISSN 1932-6203
Buitrago N. L. R., Bosseno Marie-France, Waleckx E., Brémond Philippe, Vidaurre P., Zoveda F., Brenière Simone Frédérique. Risk of transmission of Trypanosoma cruzi by wild Triatoma infestans (Hemiptera : Reduviidae) in Bolivia supported by the detection of human blood meals. Infection Genetics and Evolution, 2013, 19, p. 141-144. ISSN 1567-1348