Un equipo internacional de científicos encabezado por Kraig Kraft, de la Universidad de California (EEUU), ha indagado el lugar donde se domesticó la especie Capsicum annuum, conocida popularmente como chile en México y a la que actualmente pertenecen casi todas las variedades de ajíes y pimientos que se cultivan en el mundo. El trabajo, publicado en la revista PNAS, ha obtenido unos interesantes resultados con implicaciones en el conocimiento del origen de la agricultura mesoamericana.
Como explica a DiCYT uno de los investigadores que ha participado en el estudio, José de Jesús Luna Ruiz, de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (México), todas las formas domesticadas de plantas y animales provienen de sus parientes o ancestros silvestres. En el caso de los chiles modernos, proceden de las poblaciones silvestres del genero Capsicum que es originario de Mesoamérica.
“Investigar el lugar de origen de los chiles y ajíes nos ayuda a entender los procesos de evolución y domesticación de esta importante especie, que junto con el maíz y el frijol, formaron el “paquete” de cultivos que dieron origen a la agricultura mesoamericana hace unos 10.000 años. Así, el trabajo contribuye a conocer el origen de la agricultura en Mesoamérica, a identificar los grupos humanos o primeras sociedades agrícolas involucradas y a saber el tiempo o época en que este evento ocurrió en México”, asegura.
Una de las principales aportaciones del artículo ha sido la aplicación de cuatro disciplinas científicas diferentes para precisar el lugar de domesticación de Capsicum annuum. Por un lado, se ha empleado la genética molecular para analizar las relaciones de parentesco entre formas silvestres y domesticadas. Se extrajo ADN de 139 chiles silvestres colectados en diferentes regiones ecológicas de México y de 49 chiles criollos domesticados y cultivados en diferentes zonas del país. Las muestras se analizaron con 17 marcadores moleculares tipo microsatélites y los datos se analizaron estadísticamente para identificar las colectas silvestres de mayor parentesco genético con los chiles domesticados y el área de origen de esas colectas. Los resultados mostraron mayor similitud en las colectas del noreste y centro-oriente (Tamaulipas, Nuevo León y San Luis Potosí).
Asimismo, se ha utilizado la paleobiolingüística, una disciplina que estudia el origen y evolución de las palabras y lenguas nativas ancestrales con enfoque en los recursos biológicos. En este caso el enfoque fue el origen de la palabra chile, que ayudó a identificar no sólo la región donde se usó por primera vez esta palabra, sino también el grupo humano que la empleó y la época aproximada. “Por analogía, las culturas que por primera vez usaron la palabra chile o \’chilli\’ fueron consumidores y domesticadores del chile”, precisa Luna.
Análisis de restos fósiles
Por otro lado, se ha aplicado la arqueología y la arqueobotánica, incorporando datos derivados del análisis de la antigüedad y la identificación de restos fósiles de tejido vegetal como semillas y polen encontrados en ciertos estratos del periodo pre-cerámico en las cuevas de Tehuacán, Puebla y Ocampo, Tamaulipas. Con técnicas basadas en el análisis de almidones a partir de espectrometría de masas con aceleradores y carbono radioactivo-14, se ha determinado que “los restos arqueobotánicos más antiguos donde aparecen chiles, junto con maíz, frijol y calabazas, están en las cuevas de Tehuacán y Ocampo”.
Finalmente, se empleó el modelaje del nicho ecológico o el área de distribución del chile silvestre en México durante el Holoceno medio, hace unos 6.000 años, época aproximada en la que aparecieron los primeros chiles con rasgos de domesticación. “El análisis considera la distribución moderna de los chiles silvestres en el país para predecir o modelar la distribución en el pasado bajo escenarios climáticos del Holoceno medio. De esta manera se muestran las áreas en México con mayor y menor probabilidad de presencia de chiles silvestres. La región del Este y Noreste aparecen con mayor probabilidad que otras regiones en el Noroeste y occidente”, avanza.
Región centro-oriente y noreste
Al integrar los cuatro enfoques metodológicos “aparece de manera consistente la región centro-oriente y noreste de México”, avanza el investigador. Esta región cubre el sur de Puebla, norte de Oaxaca y el centro-sur de Veracruz hasta el sur de Tamaulipas. Los resultados también indican “que fue hace aproximadamente 6.000 años cuando ocurrió el proceso de domesticación de esta especie y que probablemente fue la cultura Otomanguean la que lo inició”.
La investigación indica además que la agricultura en mesoamericana ocurrió en diferentes regiones. “El maíz y el frijol fueron domesticados en otras regiones de México, el maíz en la cuenca del rio Balsas y el frijol en la cuenca del rio Lerma-Santiago, ambas en el occidente del país”, agrega. Por otra parte, conocer el área de domesticación del chile “nos ayuda a plantear nuevos estudios como evaluar la condición en que se encuentran las poblaciones silvestres de Capsicum en México y en particular en el área de domesticación, o proponer programas de conservación, colecta, caracterización y aprovechamiento de Capsicum silvestre”, concluye Luna.
El equipo internacional que ha participado en el estudio estuvo formado por investigadores de la Universidad de California (EEUU), la Universidad del Norte de Illinois (EEUU), la Universidad de Arizona (EEUU), el World Agroforestry Centre (Kenia), la Universidad Autónoma de Aguascalientes (México) y el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia (CNRS).
Referencia bibliográfica: | |
Kraft, K. H., Brown, C. H., Nabhan, G. P., Luedeling, E., Ruiz, J. D. J. L., d’Eeckenbrugge, G. C., … y Gepts, P. (2014). “Multiple lines of evidence for the origin of domesticated chili pepper, Capsicum annuum, in Mexico”. Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), 111(17), 6165-6170. doi: 10.1073/pnas.1308933111 |