El Palacio de la Moneda, sede del Gobierno de Chile, en sus más de 200 años pasó de ser un referente del poder colonial al símbolo de una nación con vocación democrática que busca cerrar las heridas de su pasado reciente, según la conclusión de un libro publicado en España que recorre su historia.
El palacio gubernamental es uno de los monumentos más emblemáticos de la capital chilena y escenario de uno de los hechos que marcó la historia del país, el golpe militar que el 11 de septiembre de 1973 puso fin al gobierno del socialista Salvador Allende y dio inicio a un régimen dictatorial.
El libro «Chile, Memorias de La Moneda, la (re)construcción de un símbolo político», de María Chiara Bianchini, relata la historia del edificio y como las distintas intervenciones que se realizaron en él reflejan el proceso de construcción de la memoria del pasado reciente de una sociedad que ha tenido que enfrentar un legado doloroso y la necesidad de encontrar maneras de reparación.
«La Moneda es un símbolo muy político, que habla del poder del estado, de las instituciones del Estado, de una tradición de democracia institucional que es muy sentida en Chile, o por lo menos lo era hasta el golpe de estado, como una característica muy importante de la idiosincrasia nacional», explicó a Efe Bianchini.
La autora, que presentó recientemente su libro, editado por la Universidad Autónoma de Madrid, tenía al escribirlo el objetivo de «ver cómo se reconstruye una democracia que tiene que metabolizar este pasado muy difícil, duro de asumir, y como los distintos actores institucionales y sociales iban dándole un sentido» al proceso de reconstrucción de la democracia.
La construcción del emblemático edificio se inició a finales del Siglo XVIII con el fin de albergar a la Real Casa de Moneda que debía materializar la imagen del imperio español.
Fue inaugurado en 1805 y 41 años después pasó a ser sede del Gobierno de Chile y residencia presidencial.
A inicios del siglo XX fue el epicentro de proyectos de transformación de la ciudad con el fin de dar un marco de mayor importancia al edificio. Pero el hecho más relevante en la historia de La Moneda es el bombardeo durante el golpe militar.
Durante el régimen el palacio sufrió una reconstrucción y reforma que incluyó la eliminación de la sala donde murió Allende y de la puerta de Morandé 80, por la cual se retiró su cuerpo.
En la última década los gobiernos democráticos realizaron algunas restauraciones e instalaciones de pequeños símbolos en respuesta a reclamos de sectores de la sociedad de recuperar una memoria callada durante la dictadura y dejar marcas de lo ocurrido como un acto de reparación.
«Las revisitaciones de este lugar han sido en función de recomponer una herida, una fractura que había representado aquí el hecho de que hubiese una intervención militar que bombardeó al palacio y que en este palacio murió un presidente justamente en nombre de esta democracia que él quería defender», explicó la autora.
Entre las intervenciones, el libro destaca la restauración de la puerta de Morandé 80 y la inauguración en 2008 del Salón Blanco Salvador Allende, que recrea el despacho del ex presidente y la sala donde se encontró su cuerpo.
«En los gobierno del presidente (Ricardo) Lagos y la presidenta (Michelle) Bachelet se ha querido realmente intervenir el palacio un poco para dar este mensaje de que esta memoria dolorosa podría ser asumida, con mucha dificultad, pero podría ser parte de la historia nacional y del Palacio de La Moneda», sostiene Bianchini.
Con estas modificaciones en La Moneda, el mensaje que se quiere dar es que «esa historia ya es parte del pasado, ya ha sido asumida y Chile está haciendo un trabajo de memoria para ir cerrando esta etapa dolorosa», concluye la autora que dedicó a la sede gubernamental chilena su investigación doctoral.
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