Un accidente, el causante de que se descubriera el plástico, el 27 de marzo de 1933

Un accidente, el causante de que se descubriera el plástico, el 27 de marzo de 1933


Cosas de la ciencia, el polietileno, el polímero más simple (cadenas de carbonos e hidrógenos con la estructura CH2-CH2) y uno de los plásticos más comunes del mundo por ser barato y fácil de fabricar, es producto de dos accidentes.

Otro «detalle» importante en la historia del polietileno, es que como su proceso de fabricación se concretó antes de la II Guerra Mundial, este se mantuvo como «secreto de estado» durante toda la conflagración bélica.

El primero ocurrió en 1898, cuando el químico alemán Hans von Pechmann lo sintetizó sin querer al calentar diazometano, un gas tóxico y explosivo sin aplicación industrial. Su experimento dejó un compuesto blanco y ceroso en el  tubo de ensayo, que unos colegas reconocieron como cadenas de CH2. Lo denominaron polimetileno, pero no le dieron mayor importancia.

Más de tres décadas después, el 27 de marzo de 1933, se produce la primera síntesis de polietileno como lo conocemos actualmente, cuando los investigadores Eric Fawcett y Reginald Gibson del Imperial Chemical Industries (ICI, Inglaterra) aplicaron una presión extremadamente alta a una mezcla de etileno y benzaldehído. El resultado fue un material blanco ceroso que gradualmente fue mejorando hasta volverse duro y suave. Sin saberlo habían inventado el plástico, material no biodegradable que con el tiempo acabó inundando todos los rincones del planeta.

Ellos trabajaban en Londres para los laboratorios del Imperial Chemical Industries. Uno de los factores que llevó al descubrimiento casual del polietileno fue que el equipo con el que trabajaban estaba defectuoso y se filtró oxígeno, que actuó de catalizador.

Por estas circunstancias, repetir el experimento y obtener más polietileno, se llevó varios meses y fue hasta 1935 cuando otro químico del ICI, Michael Perrin, creó el primer método práctico de fabricación del polietileno, que se convirtió en un material ‘top secret’ durante la Segunda Guerra Mundial.

Después de la guerra se hizo público su proceso de fabricación y se comenzó a utilizar en todo el mundo. Hoy en día, el polietileno se emplea en multitud de productos: envases de bebidas y alimentos, rellenos y acolchados de embalaje (como los plásticos de burbujas y los films), productos de menaje del hogar, todo tipo de bolsas –como las de la compra– y materiales de construcción, entre muchos otros.

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