Polvo del Sahara sobre el Atlántico- NASA

Polvo del Sahara sobre el Atlántico- NASA


El Centro Estatal de Estudios del Clima (CEEC) de la Secretaría de Protección Civil (SPC) del estado de Veracruz, alertó que este jueves llegará al litoral y Oeste del Golfo de México, más polvo proveniente del desierto del Sahara, siendo la segunda oleada que arriba en la presente temporada de verano; la primera se dio hace menos de una semana, con una nube de polvo que incluso alcanzó la zona del Cofre de Perote.

Esto es un fenómeno extraordinario, porque el polvo del Sahara regularmente llega hasta el Cáribe y Centroamérica, y en forma más abundante a Sudamérica, pero su presencia en territorio mexicano es escasa, incluso en la Península de Yucatán.

Este fenómeno se presenta cada año cuando la arena del desierto del Sahara se levanta porque el aire cálido se encuentra con el aire más fresco de la región sur de desierto, formando tormentas de arena que elevan grandes cantidades de polvo que son transportadas por los vientos alisios hacia Europa e incluso América.

Este polvo menor a cien micras, sube hasta 5 a 7 kilómetros y forma una masa de aire muy caliente, cuya humedad relativa es de apenas un 3%, anota la Organización Mundial de la Salud, desde esa altura viajan más de 10 mil kilómetros cruzando el Atlántico para llegar hasta América.

Investigaciones realizadas por la NASA, gracias a la recopilación de datos de satélite Calipso, muestran que aproximadamente 182 mil toneladas de polvo del Sahara cruzan el Océano Atlántico para llegar al continente americano.

Este polvo rico en nutrientes proviene principalmente de la región conocida como la depresión de Bodele, situada en el país africano de Chad, formado después de que el lago más grande de África se secara hace mil años.

De este total, unos 27.7 millones de toneladas de polvo precipitan cada año sobre la cuenca del Amazonas, conteniendo fósforo, importante nutriente para las plantas, según los investigadores de la Universidad de Maryland (EEUU), que equivale a 22 mil toneladas.

Pero también contienen bacterias, virus, esporas, hierro, mercurio y pesticidas que recogen al pasar por zonas deforestadas de los países subsaharianos, que están intensamente afectados por el agotamiento de los bosques, de acuerdo con los trabajos realizados por la organización Mundial de la Salud (OMS).

Ante esto la OMS recomendó que para evitar afectaciones en la salud ocasionadas por las partículas de polvo, usar protectores respiratorios si se padecen enfermedades respiratorias crónicas o asma, así como cubrir los depósitos de agua o estanques de almacenamiento para evitar que se contaminen.

Paradójicamente, este fenómeno ayuda a que no se desarrollen sistemas tropicales.

Notas relacionadas:

Los comentarios están cerrados.