La reducción propuesta en el proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2017, enviado por el Ejecutivo federal a la Cámara de Diputados, repercutirá en las tasas de crecimiento contempladas para este sector, comentó el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Jaime Urrutia Fucugauchi.
Esto es contrario a la tendencia mostrada en los últimos tres años, cuando las inversiones en ciencia, tecnología e innovación (CTI) se incrementaron.
El recorte que se propone al sector de CTI pasará de 91 mil 650 millones de pesos aprobados en 2016, a 85 mil 833 millones de pesos para el próximo año. En 2016, el presupuesto asignado al Conacyt fue de 34 mil 10 millones de pesos provenientes de recursos fiscales, y para el 2017, según el proyecto del PEF, será de 26 mil 963 millones de pesos; es decir, este organismo tendrá un recorte de poco más de 7 mil millones de pesos.
“Para continuar los programas emprendidos se requieren esfuerzos coordinados, ampliando las colaboraciones nacionales e internacionales, incentivando mayor inversión del sector empresarial, optimizando y definiendo prioridades. Entre las tareas debemos incrementar los apoyos y programas de CTI en los estados y trabajar con la iniciativa privada, para que el desarrollo en el sector continúe y así seguir avanzando hacia una sociedad del conocimiento”, añadió en entrevista.
“Ante esta situación, debemos promover con más fuerza la innovación en los sectores, bajo el esquema de participación de la academia, sector privado y gobierno, así como ampliar la participación del sector privado en la inversión de capital semilla, porque para lograr crecer como país, además de las aportaciones públicas, es necesario alentar la contribución del sector privado al Gasto en Investigación Científica y Desarrollo Experimental (GIDE), no podemos esperar llegar al 1% del Producto Interno Bruto para inversión en CTI sin apoyo de la iniciativa privada”, subrayó.
De acuerdo con datos del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, la participación del sector privado al GIDE tuvo sus máximas inversiones entre 2005 y 2008, con un 45% del total; luego se han mantenido por debajo de este porcentaje, mientras que en otros países la participación privada en el GIDE es hasta de dos tercios, en tanto que el sector público contribuye con el resto.
“En México esta inversión (privada) es baja y debería ser mayor para generar un cambio cualitativo y eso es lo que se espera con los estímulos fiscales que se han propuesto para las empresas, para que estas se vuelvan de alta tecnología o que generen soluciones de innovación tecnológica en el ámbito nacional, es decir, la puerta en el sector de CTI no se cierra, pero hay que cerrar filas e impulsar los esfuerzos hacia las oportunidades que se tienen”, destacó Jaime Urrutia recordó que de acuerdo con el Informe de la UNESCO sobre la ciencia: hacia 2030 — que se dio a conocer en febrero de 2016 y que se publica cada cinco años—, el GIDE financiado por el gobierno como proporción del PIB en México, creció entre el 2005 y el 2013 de 0.20 a 0.38%, lo que significó un progreso del 30%.
“En los últimos tres años tuvimos un crecimiento inédito en el presupuesto para ciencia, tecnología e innovación, con lo que se avanzó en la construcción de capacidades como capital humano, desarrollo regional, infraestructura y vinculación de los sectores público-privado, y de este último sector debemos lograr un mayor interés para contribuir a la emergencia de un mercado de conocimiento y a un mayor dinamismo del sistema de CTI, aspectos que sin duda son pilares del desarrollo de la economía”, dijo.
El presidente de la AMC consideró que, ante la actual situación económica del país, es acertado no afectar las prioridades estratégicas y programas fundamentales del Conacyt como son los de formación de capital humano: el SNI, los Programas de Becas de Posgrado y las Cátedras para Jóvenes Investigadores, así como mantener diversas convocatorias como las de Problemas Nacionales, Investigación de Frontera, Laboratorios Nacionales, Fortalecimiento de la infraestructura científica y tecnológica, entre otras.