El trastorno psiquiátrico por acumulación de animales consiste en hacinar un gran número de animales de compañía en casa, normalmente perros y gatos, sin proporcionarles los mínimos cuidados. Se conoce popularmente como síndrome de Noé.
Ahora, científicos del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) han publicado en la revista Animal Welfare el primer estudio en España y uno de los primeros en Europa que aporta datos sobre este trastorno aún poco conocido y que tiene consecuencias muy negativas tanto para la salud de las personas que lo sufren como para la de los animales.
‘»Este es el primer paso para el reconocimiento social de este síndrome que preocupa cada día más a las administraciones, ya que se está convirtiendo en un grave problema de salud pública. Aún no existen protocolos de actuación estandarizados para realizar intervenciones en estos casos'», comenta Paula Calvo, investigadora del grupo de investigación en ansiedad, trastornos afectivos y esquizofrenia del IMIM y del departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
Actualmente, cuando se detecta un caso se retiran los animales pero no se da ningún tipo de atención a la persona que lo sufre. Esta persona no reconoce que sus animales están mal y en poco tiempo vuelve a reincidir. A veces estos animales se encuentran en niveles críticos y evidentes de desnutrición, deshidratación, de infestación parasitaria, con enfermedades o cría incontrolada y todo ello en un espacio con muy pocas medidas higiénicas.
Los datos fueron obtenidos de forma retrospectiva a partir de 24 informes sobre los casos de 27 personas que habían acumulado un total de 1.218 perros y gatos. Según el estudio, la mayor parte de los acaparadores de animales eran ancianos socialmente aislados, tanto hombres como mujeres, que tendían a acumular una media de 50 animales de una sola especie, perro o gato, durante más de cinco años. En el 75 % de los casos, los animales sufrían malas condiciones físicas: heridas, parásitos y enfermedades infecciosas.
Los investigadores creen que este trastorno tiene implicaciones en salud mental, bienestar animal y salud pública y, por ello, reconocer su presencia en nuestra sociedad es el primer paso para identificar y detectar precozmente los casos y enfrentarlos lo más eficientemente posible. El grupo trabaja conjuntamente con la administración creando protocolos de actuación multidisciplinares, ya que cuando un caso aparece es necesario que diferentes sectores como protección animal, salud pública, bienestar social, etc., se movilicen.
Un estudio pionero
Este es el primer trabajo que aporta datos sobre este síndrome en Europa y se ha podido realizar gracias a la relación de los investigadores con entidades dedicadas a la protección de animales. Este hecho les hizo entrar en contacto con varios casos de la enfermedad y despertó su interés sobre el tema.
Al ver que había un vacío enorme en el entorno europeo decidieron ponerse en contacto con la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA) y analizar de forma retrospectiva los casos que habían recogido en su base de datos desde 2002 hasta el 2011.
Después, crearon un cuestionario para los técnicos que habían participado en estos casos y se clasificó y estandarizó toda la información de que disponía la entidad. Hasta ahora la investigación que existía se había realizado en EE UU, Canadá y Australia pero con este estudio se ha mostrado que este trastorno mental también aparece en Europa y con características similares.
Por ahora no se tienen todavía datos suficientes para saber el porcentaje de población que lo padece. Este será el próximo paso, así como conocer mejor el perfil de las personas acumuladoras.
Referencia bibliográfica:
P Calvo, C Duarte, J Bowen, A Bulbena and J Fatjó. Characteristics of 24 cases of animal hoarding in Spain. Animal Welfare. Doi: 10.7120/09627286.23.2.199.