El síndrome metabólico es un problema de salud pública para la humanidad, tan grave como el cambio climático, alcanzando una magnitud de pandemia de la cual México no se escapa, opinó el doctor José Luis Eduardo Flores Sáenz.
El Coordinador de los Servicios Integrados para el Bienestar de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) dijo que su progresivo incremento afectará severamente el desarrollo de la sociedad en un corto tiempo y su atención demandará inversiones millonarias.
El síndrome metabólico es un conjunto de factores de riesgo que aumenta la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, arteriopatía coronaria o accidente cerebrovascular y diabetes mellitus.
Estas afecciones se asocian a problemas de hipertensión arterial, obesidad abdominal, dislipidemia –colesterol o triglicéridos por arriba de lo normal– hiperglucemia –resistencia a la insulina– estado proinflamatorio y estado protrombótico, desencadenados por sedentarismo e hiperalimentación.
La resistencia a la insulina es el vínculo común y el factor promotor de la cascada de disturbios metabólicos, modulados por factores genéticos y ambientales.
El doctor Flores Sáenz expuso que el infarto al miocardio, los ictus y la enfermedad cardiovascular no isquémica son la causa de fallecimiento de hasta 80 por ciento de las personas con diabetes mellitus tipo 2 (DM2), además de tener una acción sinérgica con otros factores de riesgo, como el tabaco, la hipertensión arterial y la dislipidemia.
Las mujeres son especialmente vulnerables a las consecuencias cardiovasculares de la DM2, ya que pierden los efectos protectores de los estrógenos en el período premenopaúsico.
Para su tratamiento se recomienda controlar la obesidad, la DM2 y la hiperlipemia; aplicar cambios de hábitos alimenticios basados en un tratamiento psicológico-cognitivo-conductual. También se sugiere incrementar la actividad física, una dieta balanceada con base en alimentos con índice glucémico bajo que mejoren la sensibilidad a la insulina, ricos en fibra.
En el ciclo Lunes en la Ciencia, indicó que cuatro de cada diez mexicanos padece síndrome metabólico; México ocupa el 7º lugar mundial –10.3 millones padecen diabetes mellitus tipo 2 (DM2)– con una prevalencia de 9.1 a 14.4 por ciento entre la población mayor de 20 años.
Para el año 2030 se estima 16.6 millones de pacientes con síndrome metabólico, por lo que nuestro país se adjudicará el 6° lugar a nivel internacional.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud (2012), 26 millones de mexicanos padecen sobrepeso y 22 millones obesidad; sólo 29 por ciento de los mexicanos tiene un peso normal.
La tasa de diabetes pasó de siete a nueve por ciento entre 2006 y 2012 –en el 2006 había 4.3 millones de personas con DM2, y en 2012 creció a 6.4 millones, de las cuales 2.84 millones son hombres y 3.56 millones mujeres. La mitad ni siquiera sabe que la padece y 22.4 millones de personas presentan hipertensión arterial.
Sólo una de cada cuatro personas presenta evidencia de un adecuado control metabólico, 24.7 por ciento está en riesgo alto y 49.8 por ciento en riesgo muy alto de desarrollar complicaciones, aunado a que 47 por ciento ha recibido diagnóstico de hipertensión arterial.
La prevalencia nacional de sobrepeso y obesidad en población adulta de 20 años o más detectó que 73 por ciento de las mujeres y 69 por ciento de los hombres padece esta problemática. En el caso de los menores se presenta en 32 por ciento de los niños de entre 5 y 12 años.
A nivel mundial se detectó en 2011 que 366 millones de personas tenían diabetes y para 2030 ascenderá a 552 millones. Los casos con diabetes tipo 2 aumentan en todos los países.
Ochenta por ciento de las personas con diabetes vive en países de ingresos medios y bajos; la mayoría tiene entre 40 y 59 años de edad, y resulta lamentable que 183 millones de personas con diabetes no han sido diagnosticadas.
Esta enfermedad provocó 4.6 millones de muertes en 2011 y 465 millones de dólares en gastos sanitarios, siendo 11 por ciento destinado a sanidad en adultos, de entre 20 a 79 años. Los datos señalan que 78 mil niños desarrollan diabetes tipo 1 cada año.
(UAM)