Una investigación liderada por científicos del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) de Barcelona revela que la estufa de gas que se emplea en la cocina, puede aumentar la reactividad bronquial, una característica del asma relacionada con la contracción de las vías respiratorias pequeñas.
Según los autores, utilizar la estufa de gas afecta a las personas con genotipo GSTM1 nulo y esto puede reflejar los efectos oxidantes de la exposición al dióxido de nitrógeno en los bronquios.
‘»Dado que el aumento en la reactividad bronquial es un rasgo característico del asma, estos resultados ayudan a entender por qué algunas personas pueden presentar síntomas relacionados con el asma cuando se cocina con gas, mientras que otros no lo hacen'», explica Manolis Kogevinas, codirector del CREAL.
Este estudio incluyó datos de los sujetos que participan en el ECRHS, un estudio internacional multicéntrico de cohortes diseñado para identificar factores de riesgo para el asma. En total, alrededor de 5.000 personas procedentes de 19 centros de 14 países fueron incluidos en este estudio.
Un efecto poco estudiado
La estufa de gas es una fuente importante de dióxido de nitrógeno dentro de los hogares y, en menor medida, de partículas finas. Hasta ahora, el uso de gas para cocinar no ha sido relacionado directamente con síntomas respiratorios, como sibilancias o exacerbaciones del asma.
Tampoco se ha asociado con una función pulmonar reducida por obstrucción de las vías respiratorias. Solo unos pocos estudios habían examinado hasta la fecha de hoy las asociaciones con la reactividad bronquial.
Referencia bibliográfica:
Amaral AF, Ramasamy A, Castro-Giner F, Minelli C, Accordini S, Sorheim IC, Pin I, Kogevinas M, Jogi R, Balding DJ, Norbäck D, Verlato G, Olivieri M, Probst-Hensch N, Janson C, Zock JP, Heinrich J, Jarvis D. Interaction between gas cooking and GSTM1 null genotype in bronchial responsiveness: results from the European Community Respiratory Health Survey. Thorax 2014: (in press)