Un equipo científico internacional ha descubierto en China el fósil de un pez excepcionalmente conservado de 419 millones de años de edad que desafía el escenario clásico descrito hasta ahora sobre la evolución de los vertebrados terrestres. Se trata del vertebrado con mandíbula moderna más primitivo descubierto hasta ahora.
La evolución de la mandíbula es uno de los episodios clave en la evolución de los vertebrados. Entelognathus primordialis, que es como se ha denominado a esta especie de pez fósil, tiene una mandíbula con funciones hasta ahora restringidas a los peces óseos (osteichthyans), por lo que podría ofrecer una nueva perspectiva sobre la evolución temprana de estas criaturas.
Asimismo, los científicos lo han clasificado como un placodermo, un grupo extinto de peces acorazados que son generalmente considerados como el más primitivo de los gnatóstomos (vertebrados con mandíbulas articuladas). Se estima que habría alcanzado alrededor de los 20 cm de largo.
«Consideramos Entelognathus como una especie de placodermo. Sin embargo, mientras que todos los demás placodermos conocidos tenían superficies exteriores simples en las mandíbulas, con huesos grandes, estos tienen una disposición mucho más compleja de huesos más pequeños». declara a SINC Brian Choo, coautor del estudio e investigador de la Academia China de las Ciencias.
Estos peces fósiles tendrían un maxilar y premaxilar en la mandíbula superior y un dentario en la mandíbula inferior. Esta es una configuración idéntica a la observada en los cráneos de los peces óseos modernos. «Esta disposición es básicamente la misma que la de los cráneos humanos. Por tanto, Entelognathus es un pez con una mandíbula muy primitiva y un «rostro» esencialmente moderno», añade el experto.
Este fósil prueba, según los expertos, que los peces óseos evolucionaron de forma mucho más profunda en el árbol genealógico de los vertebrados de lo que se pensaba anteriormente.
Dos grupos de vertebrados se disputan el ancestro común
Hay dos grupos modernos de vertebrados con mandíbulas. Los osteichthyes tienen esqueletos hechos de hueso e incluyen a la mayoría de los peces actuales y todos los tetrápodos, incluyendo los seres humanos. Los chondrichthyes, por otro lado, incluyen a los tiburones y las rayas, que tienen esqueletos hechos de cartílago. Hasta hace muy poco,se acepta en general que el ancestro común más reciente de estos dos grupos se parecería a un tiburón, con pocos o ningún hueso en sus esqueletos.
“Los placodermos y los peces óseos tienen grandes placas óseas, pero con patrones diferentes. Por eso se sostenía la hipótesis del tiburón como ancestro común, al tener un esqueleto externo compuesto por muchas escamas diminutas, un rasgo considerado como algo especialmente primitivo”, asegura Matt Friedman, investigador de la Universidad de Oxford y revisor del trabajo.
Los nuevos datos que aporta el estudio, junto con un análisis revisado, sugiere que es probable que haya un vínculo evolutivo entre las placas de placodermos y los de los peces óseos, y que ese último ancestro común de vertebrados con mandíbulas probablemente se parecía mucho más a un pez óseo que a un tiburón.
“No estaríamos hablando del primer pez con cara, ya que las principales características de los rostros como la boca, los ojos o la nariz están presentes de forma anterior en la evolución de los vertebrados. Lo que este descubrimiento sugiere es que algunas de las características, que una vez se pensaron como específicas de los peces óseos, evolucionaron de forma mucho más profunda en el árbol genealógico de los vertebrados. Esto implica que nosotros, así como los peces óseos, conservamos rasgos primitivos, mientras que los tiburones y sus parientes son en realidad los que están altamente especializados a este respecto”, concluye Friedman.
Referencia bibliográfica
Min Zhu, Xiaobo Yu, Per Erik Ahlberg, Brian Choo, Jing Lu, Tuo Qiao, Qingming Qu, Wenjin Zhao, Liantao Jia, Henning Blom y You’an Zhu. A Silurian placoderm with osteichthyan-like marginal jaw bones. Nature 501 doi:10.1038/nature12617.