Es la cuarta mujer en recibir el Premio Cervantes, después de “las tres Marías”: María Zambrano, Dulce María Loynaz y Ana María Matute, pero ella se llama Elena, Poniatowska es el apellido por el que se le conoce.

Este 22 de abril recibió de mano del rey de España, Juan Carlos, el Premio Cervantes y se convirtió en la quinta persona mexicana en recibirlo, después de Octavio Paz, Carlos Fuentes, Sergio Pitol y José Emilio Pacheco.

En el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, en sesión solemne presidida por los reyes de España, Juan Carlos y Sofía recordó al Premio Nobel Gabriel García Márquez, fallecido el 17 de este mes:

‘»Quiero recordar a nuestro querido Gabo. Antes éramos los condenados de la tierra, término que acuñó Frantz Fanon al referirse a los países del Tercer Mundo, pero con sus Cien años de soledad, García Márquez le dio alas a América Latina. Y es ese gran vuelo el que hoy nos envuelve, nos levanta y hace que nos crezcan flores en la cabeza'».

Ahí habló de la realidad de América Latina, y México, en especial.

Y a si misma se llamó ‘»una Sancho Panza femenina que no es Teresa Panza ni Dulcinea del Toboso…, sino una escritora que no puede hablar de molinos porque ya no los hay'».

Niños, mujeres, ancianos, presos, dolientes y estudiantes caminan al lado de esta reportera que busca, como lo pedía María Zambrano, «ir más allá de la propia vida, estar en las otras vidas». Por todas estas razones, el premio resulta más sorprendente y por lo tanto es más grande la razón para agradecerlo.

Y eso porque “el poder financiero manda no sólo en México sino en el mundo. Los que lo resisten, montados en Rocinante y seguidos por Sancho Panza son cada vez menos. Me enorgullece caminar al lado de los ilusos, los destartalados, los candorosos”.

A su nieta Luna, presente en la ceremonia, le dijo: “soy una evangelista después de Cristo, que pertenezco a México y a una vida nacional que se escribe todos los días y todos los días se borra porque las hojas de papel de un periódico duran un día”

Poniatowska, Elena, esa francesa de apellido polaco que llegó a México y que se maravilló al escuchar por primera vez la palabra “gracias”, de ella el Rey reconoció el compromiso humano y en particular con las mujeres de la escritora mexicana y destacó como la ‘»humanidad es el centro de gravedad de la obra de Poniatowska'» y también recordó al recién fallecido García Márquez.

     El ministro español de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, trazó el retrato de una mujer singular: ‘»testigo, relator y partícipe, en su escritura late siempre un impulso de fidelidad hacia sí misma en primer lugar y hacia el México que eligió como territorio de su combate por la justicia en segundo lugar'».

Elena Poniatowska, vestida con un huipil (traje tradicional mexicano) rojo y amarillo que le dieron mujeres de Juchitán, recordó asimismo a Sor Juana Inés de la Cruz: ‘»Sor Juana contaba con telescopios, astrolabios y compases para su búsqueda científica. También dentro de la cultura de la pobreza se atesoran bienes inesperados'».

Habló de ese México secreto que conoció, en cuyo territorio el de Francia (donde nació en 1932) cabe tres veces, que “se extendía moreno y descalzo frente a mi hermana y a mí y nos desafiaba: Descúbranme'». Y fueron, dijo, los mexicanos que andan en la calle los que le dieron la llave para abrir México.

     Poniatowska fue galardonada con el Premio Cervantes por su ‘»brillante'» trayectoria literaria y una dedicación ‘»ejemplar'» al periodismo, siempre desde un ‘»firme compromiso con la historia contemporánea'», según el jurado.

     La escritora y periodista mexicana es autora de más de 40 libros entre ensayos, novelas, cuentos y testimonios traducidos a más de 20 idiomas, de los que se destacan ‘»Hasta no verte, Jesús mío'», ‘»La noche de Tlatelolco'» y ‘»Tinísima'».

     La escritora asistió a la ceremonia acompañada de sus hijos Emmanuel, Felipe y Paula y por siete de sus nietos.

     De acuerdo con el jurado del Premio Cervantes, Poniatowska tiene ‘»una brillante trayectoria literaria en diversos géneros, de manera particular en la narrativa y en su dedicación ejemplar al periodismo'».

     Su obra ‘»se destaca por su firme compromiso con la historia contemporánea y es autora de obras emblemáticas que describen el siglo XX desde una proyección internacional e integradora constituyendo una de las voces más poderosas de la literatura en español de estos'».

     La entrega del Premio Cervantes constituye uno de los actos centrales del Día del Libro, en el que se conmemora la muerte de Miguel de Cervantes y William Shakespeare.

     El Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, conocido también como Premio Cervantes o Premio Miguel de Cervantes, es un galardón instituido en 1976 a la literatura en lengua española, concedido anualmente por el Ministerio de Cultura de España a propuesta de las Academias de la Lengua de los países de habla hispana y está dotado con 125.000 euros.

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