La comunicación visual no se incluye en la formación de los científicos ni en los programas de trabajo sobre política científica, aunque visualizar la información de manera que sea fácil de interpretar es fundamental para hacer comprensible la ciencia. Generar visualizaciones inteligibles y no sesgadas a partir de datos complicados e inciertos requiere experiencia y conocimiento en ciencia, política, informática y diseño.
Cuando un tema es intangible, ya sea por su escala, complejidad o abstracción, las visualizaciones ayudan a explorar la información y hacerla comprensible. Es por ello, que sería deseable que la inversión y la innovación en comunicación visual fuesen simultáneas a los avances en investigación y en política científica. Estos y otros temas se han abordado en un seminario internacional en el que ha participado Joaquín Hortal del MNCN, y cuyos resultados acaban de publicarse en la revista Trends in Ecology & Evolution.
Las visualizaciones no son sólo lo que muestran sino también lo que ocultan. En ocasiones, la ciencia puede tener una relación incómoda con la belleza y el estilo, hasta el punto de que las presentaciones más sugerentes y persuasivas pueden interpretarse de modo incorrecto, incluso llegar a crear una impresión de verdad conocida como «cartohipnosis».
Un buen ejemplo de cómo una imagen puede mostrar y, al mismo tiempo, esconder información son los mapas. Aunque un mapa es el recurso más obvio para mostrar información geoespacial, no siempre es la mejor opción para explicar los rasgos cuantitativos de un análisis. ¿Cuál es el mejor mapa? No existe como tal, sólo es posible buscar el más adecuado para los datos de los que se dispone y el objetivo que se pretende.
Otro aspecto a considerar es que las visualizaciones no son la realidad, sino la representación de datos derivados de una serie de transformaciones y filtros que han generado el estilo y argumento de la visualización. Cualquier visualización puede ser reutilizada en comparaciones equivalentes con otros datos. Por otra parte, visualizar la incertidumbre es una asignatura pendiente en la comunicación visual que necesita investigación, ya que las visualizaciones deben reflejar la ignorancia que acompaña a nuestro conocimiento.
Los científicos no suelen estar en contacto directo con el público, por lo que con frecuencia los resultados científicos se comunican asumiendo un nivel de conocimiento e interés de la audiencia que no se corresponde con la realidad. Esto implica que buena parte del conocimiento científico siga siendo inaccesible para una gran parte de la población. Para evitarlo, la ciencia debería llegar a sus usuarios finales a través de estrategias interactivas que les permitan explorar el conocimiento científico por si mismos.
Los medios habituales de visualización, como el papel o la pantalla del ordenador, tienen dos dimensiones por lo que mostrar la información multidimensional con la que trabajan los científicos resulta muy complejo. Una solución para simplificar esta información consiste en generar un argumento informativo y manejable que se centre en una serie de escenarios o fuentes de datos, que sirva de guía a los usuarios.
Cualquiera que sea la estrategia visual que se utilice es muy importante que los detalles científicos y estadísticos no se alteren y que la narrativa resultante sea complementaria con el mensaje científico que se quiere transmitir. El diseño de la visualización debe ser lo más simple posible para no convertirlo en un puzle visual que dificulte, cuando no imposibilite, la comprensión de la información y que, en el peor de los casos, podría provocar que la audiencia se desvincule.
A la hora de planificar la estrategia de comunicación visual se requiere un esfuerzo colectivo ya que el diseño de visualizaciones comprensibles y no sesgadas a partir de datos complejos e inciertos debe ser abordardo desde una perspectiva multidisciplinar. Esto permitirá además, disponer de la información necesaria en una fase temprana del proceso.
«El hombre es un animal eminentemente visual. Por eso, hacer un esfuerzo para mejorar nuestra comunicación visual permite explicar mejor los conceptos y resultados complejos que son una parte fundamental de nuestro trabajo, tanto al público en general como a los políticos y técnicos encargados de tomar decisiones en particular» señala el investigador Joaquín Hortal, que añade: «Ello puede contribuir no sólo a ganar credibilidad, influencia o, potencialmente, una mayor financiación, sino también a convencer a la sociedad y a los políticos de la necesidad de actuar frente a amenazas que observamos los científicos, como el cambio global, e incluso animarlos a involucrarse en nuestro trabajo».
Referencia bibliográfica | |
McInerny, G. J., Chen, M., Freeman, R., Gavaghan, D., Meyer, M., Rowland, F., Spiegelhalter, D. J., Stefaner, M., Tessarolo, G., Hortal, J. 2014. Information visualisation for science and policy: engaging users and avoiding bias. Trends in Ecology and Evolution, 29( 3): 148-157. DOI. 10.1016/j.tree.2014.01.003. |