Un grupo de especialistas internacionales dedicados a investigar sobre cáncer en páncreas y mama ha comenzado a estudiar tejido de tumores humanos (de cáncer en páncreas y mama) que han sido inoculados en ratones a fin de probar nuevas terapias y medicamentos.
El estudio consiste en “tomar” una porción de tejido de un tumor cancerígeno de una persona e introducirlo en el ratón, a la espera que el mamífero lo desarrolle por completo. Una vez logrado el ciclo, se le extrae y divide.
Cada “trozo” se vuelve a introducir en nuevos ratones y los tumores vuelven a crecer y ser estudiados. Al final, se contará con 20 o 30 ratones que tienen el mismo tipo de tumor que el ser humano original.
El doctor Javier Benítez, director del departamento de Genética del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas de España -quien lidera la investigación en cáncer de páncreas y mama- explicó que lo novedoso es que en cada ratón se le aplica una terapia o medicamento distinto, incluso que ya exista en el mercado.
“Si en alguno de estos ratones responde el fármaco y desaparece el tumor, tomas al mamífero, secuencias el tumor y observas sus características genéticas y podría ser que ya conseguiste el fármaco para dichas características”, indicó el especialista.
La apuesta del grupo de especialistas internacionales es a mediano plazo, ya que en la medida que se introduzcan tejido en ratones se obtendrá mayor información con el fin de conocer los genes y fármacos que podrían actuar ante determinado tipo de la patología.
La conclusión primaria que ha obtenido el grupo de científicos es que mediante el sistema de inocular ratones de laboratorio será una nueva forma de abordar el cáncer o la medicina personalizada del cáncer.
Incluso, es posible que resulte más rápida obtener resultado que en los otros estudios que se hacen (por ejemplo, con ensayos clínicos), porque este procedimiento es rápido y quizá más económico al trabajarse con ratones de laboratorio.
La investigación se enfoca al cáncer de páncreas y mama. El primero porque las personas que lo padecen tienen una supervivencia del cinco por ciento, es el de peor pronóstico y no hay tratamientos. Y el segundo porque el 50 por ciento de las paciente no responde al tratamiento.
El especialista explicó que hay animales de laboratorio en los que el tumor se “retrae” con algún fármaco. “Hay muchos ratones que han muerto, pero en otros, el tumor se retrae, y como a cada ratón se le dan fármacos que hay en el mercado para acortar tiempo, sí ha funcionado en cáncer de páncreas, aun cuando el medicamento estaba destinado a cáncer de mamá, y si funciona quiere decir que la acción que ejercen los genes en el caso de la patología de páncreas es parecida a los de mama”.
(Agencia ID)