Gabriela Flores Nachón, mezzosoprano que actualmente cursa el tercer semestre de la Licenciatura en Música, opción Canto, en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV), apenas asoma al terreno de la lírica y ya alcanzó la final en el concurso Carlo Morelli 2012, la más importante justa de canto a nivel nacional.

Gabriela inició su preparación desde niña bajo la guía de Rosa Eloína Gutiérrez y continuó en los cursos de Armando Mora, quien la impulsó a seguir con su formación a nivel profesional. Hoy, a sus 21 años de edad y con un amplísimo horizonte artístico por delante, es alumna de Socorro Perfecto Toro en la Facultad de Música, sin abandonar los cursos con Mora.

Originaria de Xalapa, aclara que sus padres no son músicos y acaso su afición surgió al escuchar a su abuela. Hoy, Gabriela es consciente de las dificultades que debe enfrentar para el logro de una proyección adecuada. De momento se dedica a su preparación para regresar al concurso Carlo Morelli, con la intención de traerse un premio de esta justa lírica en la Ciudad de México. También tiene puesta la mira en los concursos de Sinaloa y San Miguel de Allende.

“La producción de espectáculos operísticos es cara y, por lo mismo, escasa en Veracruz”, explicó. “Eso me ha hecho enfocarme en la participación en concursos. En ellos se involucran personas que tienen a la mano la posibilidad de hacer producciones, que escuchan a los participantes y, si se interesan, abren posibilidades”.

Las aspiraciones de Flores Nachón se centran en un terreno en que muy pocas cantantes mexicanas han logrado proyección internacional. Apenas destacan los históricos nombres de Josefina “La Chacha” Aguilar, Belén Amparan y Oralia Domínguez, con destellos por parte de Encarnación Vázquez, Martha Félix, Carla López Speziale, Adriana Díaz de León y Ana Caridad Acosta.

El repertorio es amplio y con roles que son ambicionados por toda mezzo que se precie de serlo dignamente: Carmen, Dalila, Cherubino, Dorabella, Zerlina, Maddalena, Suzuki…

“Me llama mucho la atención el rol de la gitana Carmen; es una personalidad que contrasta con la mía. Ella es fuerte, impetuosa y arrasadoramente seductora. Se me antoja también Dalila, pero no en este momento de mi carrera; hay personajes para cada edad y siento que ahora no encajo mucho en el carácter de la filistea que intenta destruir al juez hebreo Sansón. Diríamos que los mozartianos Cherubino o Dorabella me quedan bien, porque requieren de una voz no demasiado pastosa, no muy ‘pesada’. También he pensado en una Luisa Fernanda, personaje zarzuelístico; Tancredi de Rossini o Adalgisa para la Norma de Bellini.”

Respecto a los temibles papeles en Verdi, Wagner o Strauss, comentó: “No me he asomado a ese repertorio. No quiero buscar en lo que ahora no me corresponde. Quisiera alcanzar muchas cosas, pero procuro enfocarme en lo actual y para el momento en que me encuentro. Ésos son roles muy pesados por la densidad de la orquesta que está tras los cantantes, por la potencia de voz que es necesario desplegar y la experiencia que se requiere. Avanzaré en la medida que mis maestros me lo indiquen”.

Flores Nachón ya ha tenido la oportunidad de actuar con la Orquesta Sinfónica de Xalapa, además de otras agrupaciones regionales. Ha cantado en recintos como el Museo de Antropología, la Catedral Metropolitana de Xalapa, Museo de El Carmen de la Ciudad de México, Catedral de Veracruz, Teatro de la Reforma y Teatro Clavijero de Veracruz. En junio de 2012 debutó como Abel para La tabernera del puerto, de Pablo Sorozábal, en Veracruz.

Armando Mora considera que Gabriela es poseedora de un potencial extraordinario y le ubica como una de las artistas más prometedoras en el contexto de la lírica veracruzana. Deposita en ella la mejor expectativa para su desempeño futuro, pero el tiempo tiene la última palabra.

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