Los virus causantes del sida son muy variables. Al infectar a una persona, tanto el tipo VIH-1 como el VIH-2 sufren constantes mutaciones en su material genético que dan lugar a una amplia gama de virus en un mismo organismo. Principalmente, este proceso es el que impide el desarrollo de una vacuna dirigida contra la enfermedad.
Durante la transmisión del virus entre personas, solo se introduce una de estas variantes virales por un proceso llamado ‘cuello de botella genético’. Un estudio publicado hoy en la revista Science y llevado a cabo por investigadores de Microsoft Research y de la Universidad de Emory (EE UU) revela que las variantes del tipo VIH-1 que contienen en su material genético (ARN) una región específica son más eficaces a la hora de infectar un nuevo individuo.
“Aunque el azar desempeña un papel en si un virus transmisible encuentra o no su camino a través de la mucosa genital, nuestro estudio muestra que, una vez allí, los virus más cercanos a la secuencia de consenso tienen una mayor probabilidad de establecer una infección en el torrente sanguíneo”, indica a Sinc Eric Hunter, principal autor del trabajo e investigador en la universidad estadounidense.
Por ello, el científico cree que no está todo perdido en cuanto la primera célula es infectada con el VIH-1. Cualquier estrategia durante esta etapa inicial de la infección sería clave para abordar la transmisión. “Se podría dificultar la replicación del virus en esta primera célula o inducirla a la muerte antes de que pudiera albergar nuevos virus y liberarlos”, sugiere el experto.
Otro de los autores principales y científico en Microsoft Research, Jonathan Carlson, explica que las mutaciones individuales en los genes del virus tendrían consecuencias sobre la capacidad para replicar, infectar nuevas células y escapar del sistema inmune. ‘»Incluso pequeños cambios en la secuencia consenso del VIH-1 tuvieron un efecto mensurable sobre la probabilidad de transmisión'», añade.
El estudio corroboró que la transmisión de mujer a hombre es más complicada que la de hombre a mujer. Las mujeres analizadas se infectaron más que los hombres con virus mutados sin la región consenso. También el contagio fue más frecuente de mujer a hombre cuando la pareja masculina tenía inflamación genital.
‘»Esto pone de relieve una paradoja importante: aunque los hombres son menos propensos a ser infectados, cuando se infectan, suele ser por los virus más efectivos, que provocan una enfermedad más severa. Por el contrario, los individuos con mayor riesgo biológico de contraer la infección –las mujeres y los hombres con inflamación genital– probablemente se contagian por virus más débiles'», sostiene Hunter.
Una de las principales conclusiones de este estudio es que las personas infectadas con el virus más mutado –el ‘»más débil'»– tienen menos probabilidades de transmitir la infección a su pareja. Si una vacuna contra el VIH logra que circulen los virus menos eficaces, probablemente se reducirá la tasa general de transmisión en toda la población humana, según Carlson.
Las parejas voluntarias
El equipo de investigación secuenció tres regiones de genes del virus del VIH-1 de 300 individuos con la infección. De esta manera, determinaron que había unos aminoácidos –unidades básicas de las proteínas– presentes en la mayoría y que determinaron como la región consenso.
Los voluntarios fueron reclutados del programa de prevención del VIH en Zambia que acoge parejas heterosexuales con uno de los miembros VIH positivo. Durante más de diez años, los investigadores han llevado a cabo un estrecho seguimiento con análisis de sangre regulares que les ha permitido comparar la transmisión del virus entre parejas. En este periodo, 137 personas contrajeron el virus.
“A partir de trabajos anteriores sobre el VIH-1 en Zambia, se ha determinado que si la infección es crónica, son necesarios una media entre 300 y 500 contactos sexuales sin condón para que la transmisión se produzca”, declara Hunter. “Sin embargo, –sigue– se ha estimado entre 10 y 100 veces más eficiente cuando la infección es aguda”.
Referencia bibliográfica:
J.M. Carlson et al. ‘»Selection bias at the heterosexual HIV-1 transmission bottleneck,'». Science. July 2014