Educación a distintos niveles, rediseño de políticas públicas y recursos para acciones concretas son elementos esenciales en México para la atención de personas con discapacidad.
De forma cotidiana los problemas que enfrenta este sector de la población en el ámbito educativo, no se reducen al acceso a los lugares, sino a las dificultades y barreras que implica el no contar con la infraestructura necesaria como mobiliario, libros en braille o programas de cómputo especializados, apuntó la doctora en ciencias sociales Angélica Rosas Huerta, profesora-investigadora de la licenciatura en Política y Gestión Social de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Consideró que en principio la política actual debe rediseñarse porque es complejo que una política homogenice todas las necesidades sin considerar las particularidades.Hace falta que se “inyecten recursos económicos” para que las acciones se encaminen a apoyar los requerimientos, pues no sólo es suficiente una rampa para transitar. Falta una mayor concientización por parte de la sociedad, hay que mostrar que son personas como nosotros, que tienen fortalezas y debilidades como cualquiera de nosotros, enfatizó.
Desde un punto de vista educativo, el problema proviene desde la familia en casa y la manera cómo se educa a los hijos: si la perspectiva es que la normalidad en una persona sólo está en aquella que ve, oye y habla, el niño crece con esa idea.