Elías Becerra Grajales estudia el séptimo semestre de la Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales en la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAS) de la Universidad Veracruzana (UV), y en su tiempo libre dirige una pequeña empresa nacida a partir de un proyecto escolar.
En segundo semestre, durante la experiencia educativa Administración de la Pequeña y Mediana Empresa, el universitario planteó ante uno de sus académicos la posibilidad de desarrollar el proyecto, y elaborar una botana a partir de la malanga, “le pareció interesante al profesor y lo echamos a andar dentro de la escuela”.
La malanga es un tubérculo que tiene altas cantidades de proteína y posee grandes propiedades nutritivas. Se produce en grandes cantidades en la zona de Cardel, Puente Nacional y Actopan, la mayoría se exporta a Estados Unidos donde el gran consumidor es la comunidad china.
Sin embargo, en el estado y en el país –comentó– es poco conocido, por eso decidió comercializar este producto en forma de botana, y de esta forma apoya a los productores locales al tiempo que inicia una Pyme.
“No sólo hacemos botanas, también elaboramos harina para hacer tortillas, se puede preparar atole, tamales o pan, ha gustado mucho”, expresó.
En cuanto a la producción, el universitario detalló que está bajo la responsabilidad de tres personas (incluyéndolo a él). En promedio se tardan un minuto en producir y empaquetar un bolsa de Dashitos (botana de malanga) y el costo (de producción) de cada una de ellas es de tres pesos.
“Nosotros mismos la elaboramos en nuestras instalaciones ubicadas en Xalapa; actualmente las vendemos al interior de FCAS, en algunas tiendas de la zona universitaria y en Misantla, de donde soy originario”, indicó.
Al preguntarle por qué debían preferir los Dashitos en lugar de las papas fritas, respondió: “Aportan mayores beneficios nutricionales que una papa, además de tener un sabor peculiar, agradable al paladar y existe en una variedad de sabores, dependiendo la exigencia de los clientes”.
Compartió que como resultado de este proyecto han participado en la caravana de jóvenes emprendedores organizado por FCAS; entraron al programa de incubadoras de la UV conocido como INCUBA; tomaron un curso en la Secretaría de Economía como parte del modelo de jóvenes emprendedores; han participado en varias ferias de emprendedores, en el programa “Valor agregado 2012” de la Sagarpa y para finales de noviembre participarán en una caravana de jóvenes emprendedores.
“Tomé el curso Jóvenes Emprendedores en la Secretaría de Economía, donde desarrollé el proyecto a mayor escala, ahí tuve acceso al financiamiento gracias al programa capital semilla, nos equipamos para el procesamiento de la materia prima y convertirlo”, apuntó.
Por último, refirió que en la actualidad asesora a algunos productores de la región de Misantla y Actopan sobre cómo sembrar el tubérculo, ya que están decididos a apoyarlos para que puedan exportar su producto al mercado de Estados Unidos.
“Siempre he dicho que en el campo están los recursos y en la ciudad el conocimiento, lo que se necesita es que los jóvenes de la ciudad vayan al campo, aprendan lo que hacen los productores, los puedan asesorar y hacer una sinergia y sacar un buen resultado”, añadió.
Cabe mencionar que el precio de la malanga en el mercado nacional es de entre ocho y 10 pesos por kilo y cada hectárea produce alrededor de 30 o 40 toneladas; en el mercado internacional está en 20 pesos el kilo por los intermediarios.
“Recomiendo a los universitarios que si tienen la idea de algún negocio se motiven a llevarlo a cabo, ya que 95 por ciento de las empresas que existen en México son Pymes y son las que ofrecen trabajo. Lleven a cabo sus sueños y cúmplanlos, los gobiernos del estado y federal tienen programas para apoyar a las empresas”, finalizó.