Sarahí Dorantes Martínez, Leonardo Daniel Hernández Mendoza y Abraham Jacob Sáenz Castillo, estudiantes de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV), ganaron el primer lugar de las categorías Juvenil A, B y Profesional, respectivamente, en la quinta edición del Concurso Nacional de Flauta Traversa Gildardo Mojica, realizado del 13 al 16 de abril en la Escuela Nacional de Música de la UNAM.

         “En el concurso hay cinco categorías: Infantil A y B; Juvenil A y B y Profesional; haber obtenido el primer lugar en las tres categorías superiores, además de que Gustavo Rodríguez Espejo, alumno del segundo semestre de Iniciación Musical, ganó el tercer lugar de la categoría Infantil A, es un indicador del alto nivel de enseñanza que se tiene en la Facultad de Música de la UV”, afirmó Sarahí Dorantes Martínez, quien cursa el segundo semestre del ciclo profesional de licenciatura.

         Leonardo Daniel Hernández Mendoza, estudiante del segundo semestre del ciclo profesional, dijo que la preparación requerida para participar en un concurso sirve a los estudiantes no sólo para mejorar criterios técnicos e interpretativos, sino para conocer nuevas piezas:

         “El concurso es también una forma de incrementar el repertorio personal, en mi categoría se interpretaron cuatro solos orquestales: Bolero y Daphnis et Chloé, de Ravel; el Scherzo, de Mendelssohn y una variación de Pájaro de fuego, de Stravinski; la segunda eliminatoria fue la Sonata para flauta y piano, de Lita Grier y para la final Elégie, de Tobald Boehm; en el concurso hubo piezas poco conocidas, incluso los jurados András Adorjan y Marianne Henkel (ambos de la Escuela Superior de Música de Munich, Alemania), destacaron lo novedoso de las piezas que se interpretaron”.

Hernández Mendoza explicó que el hecho de ganar un concurso no significa que ya no haya que aprender nada sino que representa una oportunidad para seguir creciendo como artista y como intérprete.

 

         Los estudiantes trabajan bajo la tutela de Natalia Valderrama, quien sostuvo que para obtener un buen resultado en este tipo de certámenes no es suficiente tener virtuosismo técnico en el instrumento, pues el jurado busca reconocer además criterios interpretativos y expresivos.

         “El dominio técnico de las notas puede obtenerse mediante trabajo constante, sin embargo los jurados buscan que el músico transmita un sentimiento con su ejecución, una serie de elementos intangibles que aporten el valor artístico a la ejecución; los estudiantes deben saber que lo que están tocando significa algo, que están desarrollando un lenguaje, que cada nota tiene un sentido; cuando eso se da, se logra la comunicación mediante la música”, sostuvo la académica.

Abraham Jacob Sáenz Castillo, estudiante del último semestre del ciclo profesional, dijo que en su caso particular, participar en un concurso de esta índole no es tanto una motivación por obtener un reconocimiento económico o académico, sino la confirmación de un compromiso personal para crecer mediante su formación como músico.

“Yo soy originario de Chihuahua, donde el entorno de violencia y narcotráfico es muy difícil, si no me hubiese interesado por la música, es probable que ahora estaría en una situación de vida completamente diferente, enredado en asuntos de pandillas y drogadicción. Por eso, independientemente de que se haya logrado un premio, es reconocer que estoy en el camino correcto, que mediante el arte, mediante la música es posible cambiar de vida”.

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