La Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV) celebrará su 45 aniversario del 25 al 29 de febrero, con reconocimientos a sus catedráticos de mayor trayectoria, conferencias magistrales impartidas por destacadas personalidades a nivel nacional e internacional –como Antonio Lazcano y José Sarukhán Kermez–, así como mesas redondas con egresados de la Facultad y estudiantes, informó Héctor Narave Flores, director de la entidad académica.
La de la UV, que entró en funciones en 1968 como Departamento, es la quinta escuela de biología que se fundó en el país. De ésta han egresado tres mil 400 biólogos, muchos de los cuales se adentraron en la investigación científica e incluso formaron nuevas entidades dentro de la institución, como el Centro de Investigaciones Tropicales, el Instituto de Investigaciones Biológicas y el de Neuroetología, por citar algunos.
Héctor Narave enfatizó que son muchos los logros que se han cosechado a lo largo de estas cuatro décadas y media. En la actualidad, la institución tiene 600 estudiantes, 17 doctores –dos dentro del Sistema Nacional de Investigadores-, el 80 por ciento del personal tiene posgrado y el resto está en proceso de obtener el título.
Además, la Facultad tiene el Nivel 1 –el máximo– de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior; ocupa la presidencia de la Asociación Mexicana de Facultades de Escuelas de Biología; tiene la Maestría en Gestión Ambiental para la Sustentabilidad, adscrita al padrón de calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Asimismo, tiene convenios de colaboración con destacadas instituciones como el Instituto de Ecología, A.C., y con municipios como Xalapa, Banderilla, Teocelo, Alto Lucero, Coacoatzintla, Naolinco, Tlalnelhuayocan, Boca del Río, entre otros.
Dicha entidad ha experimentado, a lo largo de su historia, cuatro planes de estudios, y se trabaja en otra renovación para tratar de dar mayor solidez en la formación de los jóvenes, “pero con el compromiso social”.
En ese sentido, actualmente trabajan en el mejoramiento de la infraestructura y reforzamiento de la planta académica, así como en la diversificación de la oferta educativa.
“Poco a poco la biología ha ido cambiando y hoy, sin perder esa gran base y solidez de formar estudiantes críticos que tengan metodologías para el estudio de la naturaleza, la tendencia es formar biólogos que con esa base planteen propuestas de solución a la problemática ambiental, al manejo sustentable de los recursos, a los aspectos de conservación de especies y ecosistemas, restauración, reforestación, alternativas para disminuir, controlar y revertir la contaminación”.
Añadió que “atrás ha quedado la visión del biólogo con su bata de laboratorio –no porque no la use– que hacía sus experimentos sin que nadie lo supiera, sin que sus investigaciones trascendieran”. Aclaró que la investigación es algo inherente en el biólogo, pero “hoy la sociedad nos demanda dar propuestas, alternativas”.
No obstante, admitió que los nuevos biólogos se enfrentan a políticas públicas que han dejado en un segundo término el ámbito ambiental, y donde se tienen problemas para la aplicación de la legislación enfocada en ese sentido.
“Hoy nos enfrentamos a una visión comercial, y en este contexto el biólogo debe tener esas herramientas para poder incidir en las políticas públicas”, concluyó.