Pantalla deformable, tecnologia Ghost

Pantalla deformable, tecnologia Ghost


La forma de interactuar con los smartphones, los ordenadores de sobremesa y los portátiles está llamada a cambiar radicalmente gracias a unas tecnologías nuevas y apasionantes que permitirán que el usuario modifique la forma de las pantallas de esos dispositivos. Imagínese que pudiera «estirar» de los objetos y datos mostrados en una pantalla hasta sacarlos de ésta y poder manipularlos en el aire.

Nos encontramos ya en un mundo de pantallas planas, las cuales utilizamos sin cesar: la del ordenador del trabajo, la del smartphone en el tren de vuelta a casa, o la del televisor o el iPad una vez acomodados por la tarde en nuestro salón. Pero el mundo en que vivimos no es plano, sino que contiene desniveles, llanos, personas y objetos. Suponga que uno pudiera manipular con los dedos esas pantallas y sacar elementos de ellas a nuestro mundo tridimensional.

A partir de esa idea, en enero de 2013 inició su andadura GHOST (Generic, Highly-Organic Shape-Changing Interfaces), proyecto de investigación respaldado por la Unión Europea y diseñado para explotar en mayor medida la capacidad humana de manipular objetos y razonar sobre ellos a través de las interfaces de sus ordenadores y dispositivos móviles.

«Esta posibilidad tendrá infinidad de implicaciones de cara al futuro, desde la interacción diaria con los teléfonos móviles hasta el aprendizaje con ordenadores, pasando por trabajos de diseño», asegura el coordinador de GHOST, el profesor Kasper Hornbæk de la Universidad de Copenhague. «No se limita a modificar la forma de la pantalla, sino también el objeto digital que se desea manipular, quizás incluso en el aire. Mediante tecnología de levitación por ultrasonido, por ejemplo, podríamos proyectar fuera de la pantalla plana lo que se muestre en la misma. Y, con pantallas deformables, podríamos también insertar los dedos en su interior».

Pantallas que cambian de forma y se pueden tocar y sentir

Nos encontramos ante un adelanto revolucionario en la forma de interacción del usuario con la tecnología que permitiría manipular objetos e incluso datos de un modo radicalmente nuevo. De este modo, por ejemplo, un cirujano podría intervenir físicamente en un cerebro virtual, disfrutando de una experiencia táctil plena, antes de llevar a cabo la operación de verdad. Por su parte, diseñadores y artistas que suelen emplear sustitutos físicos como la arcilla podrían moldear objetos una y otra vez y guardarlos en un ordenador a medida que trabajan. Los investigadores de GHOST trabajan también con interfaces deformables, como esponjas y alfombrillas, que un músico podría flexionar para controlar el timbre, el tempo y otros parámetros al crear música electrónica.

De hecho, el equipo de GHOST ha creado una cadena de montaje de prototipos con los que mostrar distintas aplicaciones caracterizadas por ese cambio de forma. Un prototipo es Emerge, que permite sacar de la pantalla los datos de gráficos de barras sencillamente con las yemas de los dedos. Esa información —por ejemplo, los resultados de unos comicios o unos patrones de pluviometría— se podría reorganizar y desglosarse por filas, columnas o individualmente para asimilarla mejor. Los investigadores del proyecto vienen trabajando también con «morphees», dispositivos móviles flexibles con pantallas de lycra o aleación que pueden estirarse o doblarse en función de su uso. Así, pueden cambiar de forma automáticamente, por ejemplo para impedir que se vean los dedos del usuario cuando va a teclear una contraseña o desplazar la pantalla conforme a los giros y quiebros de determinado juego. Estos dispositivos pueden también aumentar su tamaño cuando se sostienen en la mano, para que se vea mejor la información, y después encoger de nuevo para que quepa mejor en una funda o un bolsillo.

Tecnología táctil rumbo al mercado

La Universidad de Bristol, asociada a GHOST, ha constituido una empresa llamada UltraHaptics que ya emplea a doce personas y que se dedica a desarrollar en mayor medida una tecnología estudiada en este proyecto que consiste en la emisión de ultrasonidos para crear sensaciones en el aire. Esta empresa ya ha captado capital inicial en el Reino Unido y fondos adicionales a través del programa Horizonte 2020.

«GHOST ha logrado progresos considerables por el mero hecho de reunir a varios socios y darles la ocasión de poner en común sus descubrimientos —apunta el profesor Hornbæk—. Es probable que dentro de apenas cinco años existan ya pantallas que cambien de forma durante su uso. Ahora bien, sí que falta algo más de tiempo para que uno pueda proyectar un paisaje con su smartphone a veinte o treinta centímetros fuera de la pantalla, ¡pero estamos en ello!»

GHOST, que acaba a finales de este año, cuenta con la participación de cuatro socios de Reino Unido, Países Bajos y Dinamarca y ha recibido una financiación de 1,93 millones de euros en virtud del programa para Tecnologías futuras y emergentes de la Unión Europea.

Enlace al sitio web del proyecto: http://www.ghost-fet.com/

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