El Colegio Nacional de Cirujanos Dentistas y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) entregaron el Premio Nacional al Mérito Académico a Gustavo Sotelo y Soto, académico de la Facultad de Odontología de la Universidad Veracruzana (UV).
Este reconocimiento se otorga cada dos años a destacados profesores “con base en su brillante carrera profesional, respondiendo a las necesidades de salud, sociales y culturales, cumpliendo de esta manera con la filosofía, misión y visión del Colegio Nacional de Cirujanos Dentistas”, detalla la placa conmemorativa.
El pasado 11 de noviembre se entregó el Premio Nacional al Mérito Académico 2012 a 12 profesores, entre ellos –y representando al estado de Veracruz-, al profesor Sotelo y Soto.
“Es un estímulo muy grande para saber que uno va por el buen camino en lo relativo a la docencia, que no está uno equivocado en la forma de enseñar, de transmitir conocimientos; además, la comunicación que hay entre los organismos colegiados sirve ampliamente para unificar los criterios y lograr una enseñanza global en toda la República Mexicana”, expresó el catedrático.
Opinó que recibir dicho premio no queda solamente en la celebración; por el contrario, “esto nos sirve para ponernos en contacto con otros maestros ya que al unificar los criterios se pueden elaborar las normas oficiales mexicanas, pues en muchas ocasiones son creadas por personas ajenas al contexto sin la experiencia que tienen, por ejemplo, todos los maestros que nos juntamos en el Colegio Nacional”.
Es necesario marcar la pauta dado que no existe la normatividad, aseguró; “esto sirve como los cimientos para crear normas, inclusive los casos raros que ocurren en odontología y medicina en general no cuentan con una reglamentación, no existe”.
Esta normatividad permite que se construyan las bases de los conocimientos con que deben contar los jóvenes cuando egresan de una facultad de odontología y “también sirve para adecuarnos a los cambios que vienen en cuanto a tecnología, así como las tomografías digitales y la resonancia magnética que cada vez son mejores”.
Todo ello significa una formación actualizada, recalcó: “Como país latinoamericano, no podemos quedarnos atrás esperando que nos llegue todo del extranjero”. Lo anterior motivó al académico de la UV a incursionar como autor; a la fecha suma 11 libros, “incluso uno de radiología que en España se está utilizando como libro de texto”.
Sotelo y Soto, quien es integrante del cuerpo académico Salud Pública y Educación, apuntó que hay más de 150 facultades de odontología en todo el país y persiste una separación en cuanto a la unificación de criterios para los sistemas de enseñanza.
En comparación con las escuelas de odontología de todo el país, comentó: “Aquí tenemos un excelente nivel, quizás haya un poquito de falla en la forma de interpretar el Modelo Educativo Integral y Flexible, tanto por los maestros como por los alumnos; es necesario unificar los criterios dentro de las facultades al interior de la UV y estar más integrados todos los maestros, con mayor participación, es importante que se haga dentro de los cuerpos académicos”.
Hace 30 años no había investigaciones en odontología, refirió, “todo lo que hacíamos era asimilar y seguir lo que marcaba Estados Unidos, pero la traducción más reciente que llegaba a México tenía 12 años de antigüedad”.
Por otro lado, con el Internet se ha facilitado el contacto entre los especialistas, como lo evidencia su último libro, en el que participan autores de Italia, Israel, Colombia, Cuba, Ecuador, Perú, Nicaragua y El Salvador.
En ese sentido, mencionó que la motivación que lo ha impulsado como docente radica en “facilitarles el camino a los que vienen atrás, porque para nosotros era estar en una neblina densa, en un pantano; caminar para adelante y conocer algo de odontología era muy pesado. Realmente es el alumno quien motiva a los maestros, son sus inquietudes lo que incita el amor propio y la sed de conocimientos y de compartirlos con ellos”.