En los medios de comunicación de nuestro país ocurre en la actualidad una hibridación entre publicidad y periodismo que ha permitido al gobierno mantener el control de la representación, planteó Salvador de León Vázquez, jefe del departamento de comunicación de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
El académico participó en las Jornadas de apertura 2013 del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC) de la Universidad Veracruzana (UV) con la presentación de su libro Comunicación pública y transición política. Los rasgos de lo global en el periodismo local en el que se analizan las transformaciones del periodismo en el contexto local de la ciudad de Aguascalientes.
Es importante dar cuenta de los matices que existen en el periodismo mexicano y ampliar la visión de los medios de comunicación que existen en México, respecto a que el periodismo es aquel que se hace en las grandes ciudades, dijo, ya que existe una diversidad de prácticas periodísticas, “no es un asunto de orgullo regional pretender dar cuenta del periodismo local, me parece que es un compromiso epistemológico de quienes nos dedicamos a estudiar este tipo de prácticas”.
Poder dar cuenta de lo que sucede en diversas regiones permitirá tener un panorama más amplio y con mejores elementos de lo que definió como “los periodismos mexicanos”, “en Veracruz, por ejemplo, está la problemática de los periodistas amenazados, exiliados e incluso asesinados, que refleja presiones, tensiones de las relaciones entre los medios y el poder político”.
Si el periodismo se define por sus prácticas, estas son diferentes en cada lugar debido a las interrelaciones entre los actores involucrados, un proceso social complejo en el que intervienen una multiplicidad de actores.
El libro se construyó a partir de un diálogo con investigadores de la Universidad de Laval en Quebec, Canadá, que plantean el concepto de comunicación pública, refirió su autor.
“Tal planteamiento me ha permitido pensar el periodismo más allá de los medios, que a veces es una camisa de fuerza que nos constriñe, cuando no es así, el periodismo desborda a los medios de comunicación que están en un escenario más amplio”.
Comentó que la investigación que da origen al libro es una comparación entre lo que ha ocurrido en la relación de los medios con el poder político durante la segunda mitad del siglo XX, en donde había una estructura con un solo partido que mantenía una hegemonía en todos los niveles de gobierno y en todos los lugares, y posteriormente ocurre una ruptura que sucede en diferentes dimensiones.
“Se genera una apertura al mercado de la economía global, lo que significa un debilitamiento del poder político que accede a renunciar a mecanismos de control por presiones internacionales o a partir de la propia sociedad, que demandan transparencia y democracia”.
Llega la alternancia política al país y aunque es una transformación débil y cuestionable se refleja también en la estructura comunicacional.
“Actualmente se legitima una práctica con la supuesta facturación, sin embargo sigue siendo opaca, no hay transparencia en estos recursos a pesar de que el gobierno plantea en su discurso que ya no hay partidas secretas para periodistas y todo se negocia de manera abierta”, afirmó.
Tal práctica es una forma sofisticada que permite el control de la representación del acontecer que no da margen para que otros actores tengan voz de manera general.
Entre los cambios surgidos en las prácticas periodísticas mencionados en la obra se cuentan la convergencia y fragmentación de los públicos así como la ampliación del espacio público y su apertura.
En ese sentido, De León explicó que una de las hibridaciones más importantes es la que sucede entre periodismo y publicidad, donde el primero se identificaba con una ideología liberal decimonónica, concebido como un cuarto poder que debía vigilar a los otros tres instituidos “pero en realidad viene a ser un poder de facto que no representa los intereses ciudadanos sino los intereses corporativos”.
Por el contrario, en la actualidad lo que aparecen como noticias “son en realidad publireportajes, es decir, los medios están llenos de productos que no hacen los periodistas sino que se hacen en las oficinas de comunicación social y que a veces, sin pasar por la mediación del periodista, se colocan directamente en los medios a través de convenios”.