La mayoría de la gente está muy familiarizada con la impresión por chorro de tinta, pero un equipo de químicos de la Universidad de Jilin, al noreste de China, ha atraído recientemente la atención mundial al inventar una impresora de chorro de agua.

     Al igual que cualquier impresora ordinaria, la máquina coge una página en blanco y la imprime, pero usa agua en vez de tinta.

     Aunque esto significa que el texto se desvanecerá dentro de 22 horas después de haber sido impresa, el profesor Zhang Xiao»an, líder del equipo, dijo que, de todos modos, el 40 por ciento de las impresiones se tiran después de haberse leído una sola vez. Además, la impresora puede cambiar entre el agua y la tinta en el caso de que el usuario desee una impresión permanente.

     Lo que hace que la tecnología funcione es el papel. Pero no es algún papel mágico como se podría suponer, apuntó Zhang, quien añadió que «el papel que utilizamos en nuestros experimentos es del mismo tipo que la gente puede comprar en cualquier sitio».

     El truco es que el papel es tratado con un tinte invisible que se hace visible cuando se expone al agua. El colorante se desvanece lentamente con el tiempo. Unas temperaturas más altas hacen que desaparezca más rápido.

     Por lo tanto, la impresión de chorro de agua permite que una página pueda ser reimpresa docenas de veces. Puede ayudar a que las oficinas ahorren dinero en papel.

     Aunque el tratamiento químico está involucrado, el costo sigue siendo relativamente bajo. «De acuerdo con nuestros cálculos, el tipo de papel con el tinte tratado que se utiliza generalmente para la impresión agrega sólo un cinco por ciento al precio. Así que es muy barato», aseguró Zhang.

     Lo que es más importantes es que «la relevancia de esta tecnología radica en el hecho de que no sólo ahorra dinero, sino que también es amigable con el medio ambiente», añadió Zhang.

     Según la página web oficial de Red Global de Ecología, el sector papelero mundial consume cerca de 4.000 millones de árboles al año, el 35 por ciento de los que se cortan en todo el globo. Por el contrario, «el agua es un recurso renovable y, obviamente, no supone ningún riesgo para el medio ambiente», como se dice en el estudio del equipo.

     Zhang dijo que las pruebas de toxicidad realizadas en animales mostraron que el papel tratado es seguro.

     Los químicos continuarán su investigación para mejorar la calidad y duración de la impresión. También esperan trabajar con las empresas interesadas para ver la posibilidad de la explotación comercial.

     El equipo de investigación publicó anteriormente su logro en la revista científica «Nature Communications».

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