Jóvenes tienen su Verano en la Investigación Científica

Como parte del programa Verano de Investigación Científica, tres jóvenes estudiantes tienen la oportunidad de conocer la labor del investigación y las actividades e instalaciones del Centro de Investigaciones Cerebrales (CICE).

El programa es impulsado por la Academia Mexicana de las Ciencias y tiene como objetivo impulsar el interés de los estudiantes de licenciatura en la actividad científica con estancias de 21 días de duración en diferentes institutos, donde los jóvenes conocen las instalaciones y sobre todo, colaboran directamente con los diferentes investigadores.

Este año, el CICE le abrió las puertas a Héctor Lara Arrieta, de la Facultad de Medicina Veterinaria de Tuxpan, a Erick Basurto de la carrera de psicología en el puerto de Veracruz y Kevin Giuseppe Enríquez, que estudia para médico cirujano en Minatitlán, cada uno tiene intereses particulares y gracias al programa ahora pueden explorar otras opciones.

Los tres muchachos platican que su experiencia ha sido muy grata y que se enfrentaron a un panorama muy amplio sobre lo que es la ciencia, sus temas de interés y sobre todo, ahora entienden lo que implica el proceso de investigación y el trabajo en laboratorio.

En el CICE, a Erick se le asignó trabajar con el doctor Genero Coria en la línea de investigación de neurobiología del comportamiento sexual, y Héctor y Kevin trabajan con la doctora Rebeca Toledo en un modelo animal de autismo.

Erick platica que a él ya le interesaba la investigación y particularmente la sexología, por eso eligió la línea que trabaja el doctor Coria, pero se dio cuenta que no era como él pensaba. Por su formación le costó trabajo acostumbrarse a estudiar anatomía, pero dice que ahora el tema le interesa más.

Por su parte, Héctor está interesado en la reproducción animal y gracias a esta estancia en el CICE tuvo la oportunidad de abordar el tema desde una perspectiva muy diferente, en la cual él no tenía experiencia. Ahora ve de otra forma el tema porque ha aprendido que hay muchas áreas involucradas como el sistema endocrino y la anatomía cerebral. Asimismo, dice que aprendió técnicas de laboratorio que aplicará  a su área de formación.

Kevin dice que a él siempre le llamó la atención la investigación pero por los recursos de su escuela no tenía las posibilidades para involucrase con ella. En Minatitlán dice que sólo se enfocaba en problemas psicosociales como la depresión y alcoholismo, pero en un sector muy pequeño, el de su facultad. Sin embargo, su interés recaía en la neurobiología y cuenta que al llegar al CICE no sabía qué iba a pasar, y no se imaginaba que la UV tuviera las instalaciones y el personal para realizar investigación científica, fue una sorpresa muy grata y motivante para él.

Lo que el Verano de Investigación Científica ofrece a las estudiantes, aunque vengan de diferentes aéreas, es conocer lo que se hace en el laboratorio, ofrecerles un pequeño panorama de lo que es hacer investigación, desde buscar la literatura, hacer los experimentos, el manejo de los animales, los aparatos y luego qué hacer con los datos, cómo analizarlos. Al finalizar el programa que inició el 20 de junio y finalizará el 10 de julio, los tres estudiantes tendrán que hacer una conclusión y un reporte sobre lo que trabajaron.

Los tres jóvenes hablan de lo enriquecedor de esta experiencia y en sus palabras, Erick dice que todos deberían aprovechar la oportunidad de formar parte de este programa, porque esta experiencia te enseña a pensar, a razonar y desarrollarte práctica y teóricamente, es muy gratificante. Héctor invita a perder el miedo que limita, ya que por el temor a lo desconocido no se hace nada. Y Kevin dice que agradece la oportunidad y que regresará a su facultad con otra perspectiva, porque ha ampliado su panorama, ahora ve en la investigación un campo en el que puede desarrollarse y dice que implementará algunos proyectos para dar a conocer el CICE aquí y en su facultad porque si en Xalapa muchos no saben que existe, pues menos en otros lugares.

Esta experiencia deja abierta una puerta para que los jóvenes en un futuro regresen con los investigadores, que hagan sus tesis, otras estancias o servicio social, que se integren nuevamente al CICE o hasta realicen sus estudios de posgrado.