Juan Planelles, descubridor de la vacuna contra la disentería, nace el 8 de abril de 1900

Juan Planelles, en el centro, junto a María Luisa Lafita, voluntaria cubana, en el Hospital Obrero de Maudes (Madrid), en 1936. / Archivo: José Luis Jiménez


Aunque al principio parece sólo una simple –pero molesta– diarrea, la disentería puede llegar a alcanzar una intensidad tal que acaba con la vida de sus pacientes. Hasta el siglo XX, poseía un historial de muertes digno de las enfermedades más letales.

Se había cobrado –entre muchas otras- las vidas de los reyes británicos Juan sin Tierra y Enrique V, el emperador mongol Akbar El Grande y el corsario Francis Drake. Además, diezmó a la Grande Armée con la que Napoleón intentó invadir Rusia y a las tropas estadounidenses que se enfrentaron entre sí en la Guerra de Secesión.

El hombre que descubrió la vacuna que permitió combatir a esta peligrosa enfermedad, Juan Planelles Ripoll, nació en Jerez de la Frontera, España, el 8 de abril de 1900. Siguiendo la tradición familiar, estudió medicina en Madrid; el 26 de junio de 1922 obtuvo el Premio Extraordinario de Licenciatura, y el 22 de marzo de 1923 recibió finalmente el doctorado.

Durante los años treinta colaboró con Gregorio Marañón e introdujo en España las teorías conductistas de Pavlov. En 1934 publicó un libro divulgativo titulado: Los purgantes: su empleo y sus peligros, editado por Cenit, donde dirigía la colección Biblioteca de Vulgarización Médica.

Simultaneó a su labor profesional mantuvo su compromiso político, y llegó a formar parte del Comité Central del Partido Comunista Español (PCE), al que se afilió debido a su amistad con La Pasionaria, Dolores Ibárruri (dirigente política en la Segunda República Española y en la Guerra Civil. Histórica dirigente del Partido Comunista de España, a su lucha política unió la lucha por los derechos de las mujeres para demostrar que las mujeres, fuesen de la condición que fuesen, eran seres libres para elegir su destino).

De hecho durante la Guerra Civil se encargó de organizar la sanidad en Madrid y, en mayo de 1937, fue nombrado subsecretario de Sanidad Pública para toda la zona republicana. Pero la derrota de los sublevados hizo que en 1937 tuviera que exiliarse a la URSS, donde continuó ejerciendo como profesor.

Fue allí donde descubrió la vacuna contra la disentería, que probó en las Casas de Niños Españoles. Sus hallazgos quedarían reflejados en el libro Efectos secundarios del tratamiento con antibióticos de las infecciones provocadas por bacterias.

Durante su estancia en Rusia escribió 180 trabajos científicos, 150 de ellos publicados en la Unión Soviética.

Fue pionero en el estudio del desequilibrio que los antibióticos provocan en la flora intestinal de los niños.

También trabajó en varios fármacos que fueron desarrollado en el Gamaléya como el Aurantín, un quimioterápico contra el cáncer, el Pirogenal, para el tratamiento de las enfermedades venéreas o la Mycerina, utilizada en gastroenteritis infantiles y en enfermedades causadas por bacterias resistentes a otros fármacos.

Obtuvo diversas condecoraciones soviéticas como el Premio Méchnikov de la Academia de Ciencias, el Gamaléya y la Orden de la Bandera Roja. En sus treinta tres años de exilio salió en contadas ocasiones de la Unión Soviética.

Finalmente, en 1970 –más de 40 años después de su marcha– pudo regresar a España, a dar varias charlas y volver a ver a su anciana madre, que se había quedado en Málaga, pero tuvo que regresar a Rusia, por una prohibición expresa de la KGB para que abandonase ese país, por su simpatia expresada públicamente hacia el naciente eurocomismo; Esta prohibición lo sumió en una profunda depresión.

Juan Planelles moría repentinamente el 25 de agosto de 1972 en Ochamchira (Abjasia), según diagnóstico, por un accidente vascular cerebral y a la repetición de un ictus; sus restos descansan en el cementerio moscovita de Vvedénskoye. Su repentina muerte despertó muchos rumores acerca de las causas de la misma: Era conocida y notoria su insistencia en abandonar el país donde realizó una labor extraordinaria con el fin de volver a su patria. Al poco tiempo fallecía también su compañera Nieves en circunstancias igual de inesperadas.

(SINC y otras fuentes)

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