A diario, dentro de nuestro cuerpo, se lleva a cabo una guerra en la que hay muchas bajas, tanto de nuestro bando como del enemigo. Los microorganismos invasores como las bacterias o virus no pierden la oportunidad de atacar nuestro cuerpo y ahí es cuando nuestro gran sistema inmunológico contrataca para hacer retroceder a los invasores y destruirlos.

Uno de los soldados más importantes en nuestro sistema inmunológico es la célula T, un tipo de glóbulo blanco con una serie de receptores que pueden reconocer las sustancias extrañas en nuestro organismo. Como todos los glóbulos blancos, las células T o linfocitos T se originan en la médula ósea, pero luego migran a un órgano llamado timo (de ahí el nombre de células T). En este órgano evolucionan y se especializan para convertirse en guerreros del sistema inmune.

Las células T maduras dejan el timo y circulan por todo el cuerpo y se derivan en diferentes tipos, como las células T o linfocitos T cooperadores, los de memoria, los T reguladores, Células T natural killers, Células T gamma/delta y los linfocitos T citotóxicos. Estos últimos se especializan en atacar y matar a las células del cuerpo que están infectadas por virus, bacterias o cáncer.

Esta batalla se puede observar en este fascinante video, donde lo que se muestra es una célula T citotóxica, también conocida como célula T asesina, atacando a una célula cancerígena. El proceso que se muestra es a una velocidad 92 veces mayor a la natural.

Lo que se ve tan claramente tan sólo tiene un tamaño de 10 micras o para términos prácticos, sólo mide la décima parte del grosor de un cabello humano. El video fue creado por un estudiante de doctorado llamado Alex Ritter de la Universidad de Cambridge. El supervisor de Ritter en el Departamento de Medicina, el profesor Gillian Griffiths, explicó la importancia de esta investigación asociada con el video:

“Las células T citotóxicas son asesinas muy precisas y eficientes, ya que son capaces de destruir células infectadas por diferentes virus, bacterias y tipos de cáncer sin afectar a las células sanas que se encuentran alrededor. Al entender cómo es que estas células funcionan podemos desarrollar formas de controlar a las células, lo que nos permitirá mejorar los tratamientos contra el cáncer y las enfermedades autoinmunes que se producen cuando las células asesinas se salen de control y comienzan a atacar a las células sanas en nuestro cuerpo”.

Referencias:

Springer, Mike. “Microscopic Battlefield: Watch as a Killer T Cell Attacks a Cancer Cell”. OpenCulture.

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