La Berrea o celo del ciervo se inicia en España con las primeras lluvias de septiembre, es en este momento cuando se comienzan a escuchar los berridos de los machos, un sonido gutural, profundo y largo, parecido al mugido de una vaca, y estos fuertes bramidos durarán un mes, porque es la forma en que anuncian la llegada de su celo y avisan de su presencia a las hembras y al resto de machos de su entorno.
En la berrera, el macho intenta apoderarse de una parcela de terreno dentro del área de campeo de las hembras, si un intruso aparece en su territorio intentará disuadirlo, pero si éste es un macho grande le plantará cara, berreará cerca de su contrincante y agachará la testuz dirigiendo los cuernos hacia él.
La lucha comenzará.
Pero en ocasiones no hay ganador y ambos machos pueden llegar a morir de inanición, al quedar sus cornamentas tan enredadas que no pueden desengancharse. La defensa del territorio y el harén suponen un gran esfuerzo, tanto que los machos no tienen tiempo para alimentarse, y cuando llega el momento deben retirarse a otras zonas para recuperar fuerzas. Este momento es aprovechado por los machos más jóvenes para cubrir a las hembras. Ocho meses después, entre mayo y junio, nacen las crías, normalmente una por hembra.
(Con información de Dicyt)