Un estudio realizado por el Wellcome Trust analizó un fenómeno común que llama la atención de los científicos, el hecho de que al momento de enfocarnos en algo en particular, muchas veces nos quedamos “ciegos” ante otras cosas que están pasando frente a nuestros ojos.
Antes de continuar leyendo es necesario que veas este video, pon atención y cuenta los pases que hace el equipo de blanco: http://www.youtube.com/watch?v=Zy_z3_r60fQ&feature=related .
A muchos nos ha pasado que cuando nuestro cerebro está enfocado en una tarea, podemos fallar al identificar otras cosas que están a plena vista. Este fenómeno es llamado “ceguera por falta de atención”, el cual se ejemplifica por el famoso experimento del “gorila invisible”, en el cual las personas que ven el video de un grupo de personas pasándose un balón y contando los pases, no observan a un hombre disfrazado de gorila que pasa caminando por la habitación.
El estudio revela que nuestro campo visual no necesita estar plagado de objetos para causar la “ceguera”, con el solo de hecho de tratar de recordar algo que acabamos de ver es suficiente para obstruir que nos demos cuenta de lo que pasa a nuestra alrededor.
El profesor Nilli Lavie de la University College London, líder de la investigación explicó que “el ejemplo más claro de este tipo de ceguera se presenta cuando las personas están siguiendo las instrucciones de sus gps mientras manejan.
Nuestra investigación sugiere que al tratar de recordar las direcciones que acabamos de ver en la pantalla del navegador gps, es más fácil pasar por alto algunos riesgos en el camino, por ejemplo, el acercamiento de una moto o un peatón, incluso aunque estemos mirando hacia donde estos riesgos se encuentran”.
A los participantes en este estudio se les dio una serie de tareas de memoria visual mientras los investigadores analizaban su actividad cerebral usando la resonancia magnética. Los resultados revelaron que mientras los participantes estaban ocupados recordando las imágenes que se les acababan de mostrar, no se dieron cuenta de una serie de destellos de luz que también debían identificar y contar. En cambio, cuando no tenían que recordar las imágenes, su atención podía fácilmente identificar los destellos.
El profesor Lavie explica que esta ceguera parece ser provocada por una ruptura entre los mensajes visuales que vemos, los cuales no llegan hasta el cerebro porque se estancan en un etapa temprana en el flujo de información, es decir, que aunque estemos viendo el objeto, nuestro cerebro no, debido a otros distractores. Lo cual significa que nuestro cerebro a veces se sobrecarga, por decirlo de alguna manera, y no puede cumplir con todas las tareas al mismo tiempo.
La investigación revela una competencia entre la memoria visual a corto plazo y la información visual nueva que antes no se había identificado. En otras palabras, durante el acto de tratar de recordar algo que acabamos de ver se obstruye el registro de lo que está frente a nuestros ojos.
Referencias:
Nikos Konstantinou, Bahador Bahrami, Geraint Rees, Nilli Lavie. “Visual short-term memory load reduces retinotopic cortex response to contrast”. Journal of Cognitive Neuroscience.