Entre las poblaciones indígenas de México hay un elevado grado de diferenciación genética, revela el estudio más completo sobre la genética del mexicano realizado hasta ahora, aparecido éste 13 de junio en la revista Science. El estudio permitió reconstruir la historia de las poblaciones precolombinas de México y caracterizar la estructura genética de los habitantes actuales del país. Con un nivel de resolución sin precedentes, el estudio ha identificado la existencia de diferentes componentes genéticos indígenas en proporciones variables dependiendo del origen geográfico de los mexicanos.

‘»Durante milenios hubo una extraordinaria diversidad lingüística y cultural en México con los grandes imperios Azteca y Maya, así como pequeños grupos de poblaciones aisladas'», menciona Christopher Gignoux, investigador de la Universidad de Stanford en California y uno de los principales autores del trabajo divulgado en línea por la revista Science.

La investigación incluyó cerca de un millón de variaciones genéticas detectadas en más de mil personas de origen en diferentes grupos indígenas del país, con una diferenciación genética tan marcadas como la que existe entre poblaciones europeas y del este de Asia, entre las cuales median miles de kilómetros.

Un ejemplo son los indígenas Seri de la costa noreste del Golfo de California, y los mayas lacandones en la frontera con Guatemala

La caracterización de los patrones de variación genética en la especie humana es fundamental para entender la historia demográfica de sus poblaciones y también para diseñar e interpretar los estudios de genética médica y clínica.

Marc Via, que participó en el diseño del estudio y en las fases iniciales del análisis de los datos de poblaciones indígenas de México en colaboración con los coautores Andrés Moreno Estrada, jalisciense, investigador de la Universidad de Stanford, y Christopher Gignoux, apunta que ‘»en este contexto, las poblaciones amerindias tienen ciertas peculiaridades genéticas que las hacen interesantes. Por una parte, son genéticamente poco diversas debido al pequeño tamaño muestral a partir del que poblaron el continente americano, pero presentan una elevada divergencia entre sí debido al aislamiento geográfico'».

Marc Via, es un investigador de la Universidad de Barcelona (UB) que desarrolló el trabajo científico durante su estancia posdoctoral en el laboratorio dirigido por el experto Esteban González Burchard, en la Universidad de California-San Francisco (UCSF).

Cruce de civilizaciones

Además, estas poblaciones pueden ser portadoras de variantes genéticas ausentes en otras poblaciones con una relevancia funcional y médica destacable. Dentro de este continente, México ocupa un lugar destacado por alojar una de las densidades de poblaciones amerindias más elevadas de América y por su larga historia de civilizaciones complejas.

El trabajo ha analizado un conjunto de marcadores genéticos que cubren buena parte del genoma y que han permitido caracterizar la población de origen de los diferentes fragmentos cromosómicos de cada individuo. En concreto, se han analizado casi un millón de polimorfismos genéticos en más de mil individuos de veinte grupos indígenas y de diez poblaciones generales de México. Este estudio es pionero tanto por el volumen de marcadores genéticos como por el número de individuos y poblaciones diferentes incluidas.

Diferencias genéticas entre indígenas

Esta caracterización tan cuidadosa no solo es significativa desde el punto de vista poblacional; sino que los investigadores han mostrado su relevancia en aplicaciones biomédicas a partir del análisis de muestras de niños mexicanos con asma, una muestra recogida en Ciudad de México y otra en California.

El análisis de la aportación genética de los diferentes grupos indígenas en cada individuo asmático ha evidenciado que las distintas poblaciones mexicanas generales presentan diferencias en las medidas clínicas de función pulmonar según qué grupo indígena mexicano haya contribuido más a su patrimonio genético.

Estas diferencias en la función pulmonar son relativamente pequeñas, pero pueden tener repercusiones en el diagnóstico de enfermedades respiratorias o en el establecimiento de incapacidades médicas.

Aplicaciones biomedicas

‘»Esta investigación es el primer ejemplo de cómo la estructuración genética existente a nivel subcontinental puede tener un impacto destacable sobre caracteres biomédicamente relevantes'», apunta Marc Via, que también participó con el consorcio internacional Mil Genomas para crear un mapa de alta resolución de las principales mutaciones del ADN que afectan a la salud humana.

En opinión de Via, este conocimiento preciso podría servir para desarrollar mejores herramientas de diagnóstico y tratamientos médicos para las personas de origen mexicano que viven por todo el mundo.

El nuevo trabajo se inició en el marco de las colaboraciones entre Esteban González Burchard y Carlos Bustamante (Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford) para estudiar la diversidad genética de las poblaciones latinoamericanas actuales y el impacto que esta puede tener en el estudio de enfermedades complejas, y tiene la colaboración, entre otros, del Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN) de Ciudad de México.

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