A través del libro Evolución para todos (de cómo la teoría de Darwin cambia nuestro pensar), publicado en la colección Quehacer Científico y Tecnológico de la Universidad Veracruzana (UV), David Sloan Wilson busca sustentar la perspectiva de que la evolución nos sirve para entender el mundo.
Así lo manifestó Porfirio Carrillo Castilla, académico e investigador del Instituto de Neuroetología, dentro de su participación en el “Martes de Lectores y Lecturas” que forma parte del Programa Universitario de Formación de Lectores de la UV.
Aplicar el pensamiento evolutivo a los problemas de las ciencias sociales siempre producirá reacciones contrarias, comentó, por ello este libro es importante, “pues puede convertirse en su momento y podemos estar frente al obús que derribó la muralla de la interdisciplina en biología; este libro puede romper y crear toda una corriente distinta en el pensamiento”.
Carrillo Castilla señaló que existe un principio muy básico que no hemos advertido, relacionado con el mundo que nos rodea y que fue distorsionado más de una vez por procesos mentales inconscientes como cuando nos suscribimos a una doctrina filosófica o religiosa, incluso cuando fumamos una marca de cigarrillos estamos evitando las otras.
“Este libro intenta decirles: no me importa si ustedes no son biólogos, yo les quiero dar herramientas para entender el mundo porque hay una cuestión importante: necesitamos armarnos de valor para determinar si las afirmaciones sobre hechos son erróneas, ya que usualmente sirven a alguien y cuando se empodera una verdad es porque le sirve a alguien, aunque sea errónea; si son verídicas debemos tomar una responsabilidad moral, en ese sentido, el autor plantea que de eso se trata la ciencia, de ir descubriendo qué es cierto y qué no lo es.”
Comentó además que nuestros pensamientos sobre nosotros mismos son proclives a los prejuicios antropocéntricos, dado que “todo el tiempo estamos pensando que somos algo especial en la continuidad de la vida y no lo somos, este libro quiere abrir esa perspectiva, que la evolución sirve para entender el mundo”.
El investigador opinó que las obras publicadas por este autor, entre las que se cuentan una sobre el fundamento biológico de la religión, titulado La catedral de Darwin, y otro sobre los fundamentos biológicos de la literatura, Literary animal, convertirán a Sloan Wilson, “sin duda, en el evolucionista más grande en los próximos años porque se ha atrevido a retar a quienes estaban en la cúspide del evolucionismo”.
Refirió ejemplos detallados en la obra respecto al infanticidio y sus orígenes en la historia de la civilización occidental, para posteriormente hablar de escarabajos y mamíferos, “esta continuidad entre Esparta, escarabajos, chimpancés y leones, que matan a las crías de las hembras extrañas para aparearse, son parte de los relatos del libro escrito por David Sloan Wilson”.
Asimismo agradeció a Agustín del Moral, quien siendo director editorial de la UV le invitó a participar en la corrección del libro.
Sloan Wilson nos intenta convencer en un lenguaje de divulgación “que para entender el infanticidio tenemos que poseer una estructura mental asociada con los principios de la evolución; si nosotros no estudiamos el infanticidio como un fenómeno que tiene raíces biológicas estamos perdidos, no lo vamos a entender”.
Este autor busca convencer a las autoridades de Estados Unidos, mediante una investigación que se expone también en la obra, en la cual registra años de infanticidios en humanos en periódicos y agencias forenses, demostrando a las autoridades cómo los padrastros tienen una probabilidad más alta de matar a sus hijastros que los padres naturales; es solamente un principio biológico que no está representado en los genes de los padrastros, apuntó.
En ese sentido, el investigador recalcó que “lo que todos tenemos que hacer es estudiar una carrera o una disciplina o un cuerpo teórico de conocimiento, sí para vivir y trabajar, pero necesitamos estudiarlo para entender al mundo”.