Un estudio publicado por el profesor del departamento de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), Eduardo Pérez Asenjo, en el Journal of Population Economics,revela que la renta relativa afecta a nuestra felicidad y nuestra oferta de trabajo. En resumen, si las personas con las que me comparo ganan más que yo, seré más infeliz y trabajaré más. “Esto confirma la hipótesis de lo que percibía pero no de lo que me gustaría –comenta el autor–. Me parece más sano no compararse con lo que ganan los demás y me parecería ‘mejor’ que eso no afectara a nuestra felicidad”, opina.

En su análisis ha encontrado que si la renta de un individuo es menor a la renta de su grupo de referencia, trabajará más horas. ¿A qué se debe este efecto? “La explicación más probable son las comparaciones sociales, aunque también podría deberse a que si los que me rodean ganan más que yo, eso puede darme información de que si yo me esfuerzo acabaré ganando tanto como ellos”, explica Pérez Asenjo, que también trabaja en el Banco de España.

La explicación que se deriva del análisis empírico es la primera. De esta forma, el efecto de la renta de los otros sobre mi felicidad es negativo, porque me comparo con ellos y me hace infeliz ganar menos que ellos y así trabajo más horas para ganar lo mismo o más que ellos, sostiene.

Este hallazgo encuentra aplicaciones en la gestión laboral o de recursos humanos de las empresas. “Puede ser un criterio relevante a la hora de fijar las condiciones salariales en una compañía el tener en cuenta que a un trabajador no solo le importa lo que gana él, sino lo que ganan los que le rodean”, comenta el investigador. “Mi opinión personal es que no se tiene demasiado en cuenta la felicidad en el entorno laboral, desde la perspectiva de la empresa”, concluye.

Esta línea de investigación presenta muchos retos y aspectos en los que profundizar: ¿Cómo se forman los grupos de referencia? ¿Los efectos de la renta relativa sobre la felicidad varían con la renta? ¿O con la edad? La hipótesis de este investigador, todavía por comprobar, es que paradójicamente cuánto más rico eres, más te importa la comparación con los demás y superarles. “Si solo importara la cantidad absoluta de dinero que uno gana, a partir de un nivel muy alto se podría dejar de trabajar, pero no ocurre así y yo creo que una razón detrás de eso son las comparaciones sociales”, plantea. 

Referencia bibliográfica:

Eduardo Pérez Asenjo. «If happiness is relative, against whom do we compare ourselves? Implications for labour supply». JOURNAL OF POPULATION ECONOMICS. Volumen: 24. Número: 4. Páginas: 1411-1442. DOI: 10.1007/s00148-010-0322-z. Publicado en octubre de 2011. ISSN: 0933-1433

 

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