Los trastornos psicológicos y la forma en que tratamos de controlar nuestras emociones tienen implicaciones a nivel cerebral y no sólo ayudan a los afectados a manejar sus cambios de ánimo sino que podrían beneficiarlos a largo plazo y en lugar de evitar los trastornos, los tratamiento podrían ayudarlos a controlar estos altibajos en lugar de suprimirlos.

El desorden bipolar es un severo trastorno caracterizado por dramáticos e impredecibles cambios de humor que varían entre los altos episodios de manía y los bajos episodios de depresión. Estos cambios de humor ocurren entre períodos de estado de “ánimo normal”, entre la depresión y la manía, denominado eutimia.

Investigaciones anteriores han demostrado claramente que los circuitos que controlan las emociones y que se albergan en el cerebro son muy irregulares en personas con diagnóstico de trastorno bipolar. Se cree que estas alteraciones disminuyen la capacidad de controlar las emociones y contribuyen a la gravedad del trastorno.

Continuando con esta línea de investigación, la edición de este mes del journal Biological Psychiatry presentó los resultados de un estudio realizado por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana. Estos investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) para investigar qué áreas del cerebro muestran actividad anormal mientras los pacientes que se encontraban en las diferentes fases del trastorno bipolar trataban de controlar su respuesta emocional y no emocional.

Esto les permitió analizar los patrones de activación cerebral basados en el estado de ánimo del paciente (maníaco, depresivo, o eutímicos) y el tipo de estímulos (emoción contra ninguna emoción y feliz frente a triste). Debido a que los efectos del medicamento sobre la activación cerebral se ha observado en algunos estudios, los investigadores reclutaron sólo a voluntarios no medicados.

Los investigadores encontraron que los pacientes con depresión bipolar mostraban áreas del cerebro anormalmente activas cuando tenían que disimular su depresión y controlar su respuesta ante estímulos que les recordaban su estado, como una serie de caras tristes, y mostraban una actividad más normalizada al ver caras felices. Los pacientes maníacos, por otra parte, mostraban activación anormal independientemente de que si les mostraban caras tristes, caras felices o material no-emocional, estos pacientes mostraban actividades anormales en todo momento, incluso los pacientes bipolares eutímicos mostraron una activación anormal de las áreas corticales del cerebro al tratar de reprimir sus respuestas a las caras emocionales.

Estos hallazgos sugieren que las disfunciones de los distintos circuitos cerebrales pueden contribuir a las diferentes características de desregulación emocional en el trastorno bipolar.

El profesor y autor principal, el doctor Amit Anand dijo: “Este estudio proporciona información importante con respecto a las áreas del cerebro que pueden ser importantes en el control de la respuesta al material emocional y las alteraciones funcionales en estas áreas en los trastornos del estado de ánimo.

“Es interesante que los circuitos sutilmente diferentes hagan posible distinguir diferencias entre los pacientes sintomáticos y asintomáticos con trastorno bipolar cuando están tratando de suprimir sus reacciones a la felicidad o a la tristeza”, comentó el doctor John Krystal, editor de Biological Psychiatry. “Estos hallazgos tendrán implicaciones para el perfeccionamiento de los tratamientos basados en circuitos para el trastorno bipolar, incluyendo la neuroestimulación y la psicoterapia».

 

Referencias:

Tom A. Hummer, Leslie A. Hulvershorn, Harish S. Karne, Abigail D. Gunn, Yang Wang, Amit Anand. “Emotional response inhibition in bipolar disorder: a functional magnetic resonance imaging study of trait- and state-related abnormalities”. Biological Psychiatry.

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