La fitoquímica desmitificó a las brujas

La fitoquímica es una disciplina científica que se ha encargado de echar abajo el mito de las brujas voladoras, al revelar que consumían pequeñas dosis de plantas con alcaloides que afectaban su psique y ellas se sentían volar, explicó Miguel Ángel Domínguez Ortiz, director del Instituto de Ciencias Básicas de la Universidad Veracruzana (UV).

         El trabajo de investigación que se hace en este Instituto incluye el estudio de plantas que se utilizaron y utilizan en la medicina tradicional, como beleño, estramonio, mandrágora y belladona, cuya característica es que alteran el aspecto psíquico de las personas.

         En el Instituto se cuenta con un laboratorio de medicina tradicional veracruzana, en el que se estudian plantas que utilizan curanderos que han probado su influencia positiva en el control y eliminación de enfermedades, comentó.

         Es el caso del rábano negro que han estudiado por varios años debido a sus propiedades para eliminar los cálculos biliares y renales. Su efecto restaurador de la vesícula se reportó en la publicación internacional Journal of Biomedicine and Biotechnology de Hindawi Publishing Corporation.

         Dicho artículo está firmado también por Elia Naranjo Rodríguez, del Laboratorio de Neurofarmacología de la UNAM; Ibrahim Castro Torres y Margarita Saavedra Vélez, de la Facultad de Química Farmacéutica Biológica de la UV, y Janeth Gallegos Estudillo, del Instituto de Ciencias Básicas.

         Miguel Ángel Domínguez comentó que el avance que se ha tenido con el rábano negro es que se procesó para convertirlo en polvo y este año se analizará si sus propiedades siguen intactas, además de la cantidad que debe ingerirse para tratar otros padecimientos como los elevados niveles de colesterol.

         El muicle es otra planta que también se estudia en el laboratorio por sus propiedades curativas para la leucemia, ya que al ingerirlo en forma de té de dos a tres veces al día se presenta un incremento del número de eritrocitos casi al doble, lo cual lo hace benéfico para el tratamiento del conocido cáncer de sangre.