La energía termosolar de concentración (CSP, del inglés concentrating solar power) es una tecnología limpia y sostenible que permite la generación de electricidad a partir de radiación solar. En estas plantas, las elevadas temperaturas necesarias para mover el ciclo de vapor que acciona el generador eléctrico no requieren de la combustión de combustibles fósiles o de una reacción nuclear. En su lugar, se emplea radiación solar concentrada mediante una serie de colectores basados en el acoplamiento de espejos y/o lentes. A pesar de las ventajas económicas y ambientales que cabrían esperarse del uso energético de un recurso gratuito y renovable como la radiación solar, la realidad es que el desarrollo comercial de esta tecnología se ha visto lastrado por su elevado coste y la dificultad para gestionar la generación eléctrica según la demanda.
Estos problemas se han ido resolviendo con la incorporación a la tecnología CSP de sistemas de almacenamiento térmico y también mediante su hibridación con otros combustibles auxiliares, principalmente gas natural. La hibridación adolece de un problema importante: la eficiencia de transformación del combustible auxiliar en electricidad en un ciclo simple es limitada, normalmente muy inferior a la que se consigue en plantas de mayor tamaño o en centrales de ciclo combinado.
El proyecto HYSOL tiene como objetivo probar a nivel comercial una forma nueva de hibridación termosolar con combustibles en forma gas de alta eficiencia. Estos combustibles pueden ser de origen fósil (gas natural) o renovable (biogás, biometano, gas de síntesis), lo que permite ampliar el número de localizaciones y reducir la huella ambiental. De esta forma se consigue una gestión óptima de la producción eléctrica con una elevada eficiencia de conversión, lo que redunda en una mejora económica y ambiental del proceso.
El proyecto HYSOL, financiado por la Comisión Europea y liderado por la empresa española ACS-Cobra, entra en su etapa de demostración en la cual se pretende demostrar a nivel experimental las ventajas técnicas, económicas y ambientales de la integración solar con otras fuentes energéticas. A lo largo de 2015 se pondrán en marcha en el cluster de innovación termosolar de Manchasol (Ciudad Real) el nuevo sistema de recuperación de calor que permitirá la integración de tecnología CSP con otras energías renovables. Este proyecto, con un presupuesto superior a los 9.2 millones de euros, cuenta con la participación de nueve socios cuatro países europeos, incluyendo la Plataforma Solar de Almería (PSA-CIEMAT, España), la Universidad Politécnica de Madrid (UPM, España), ENEA (Italia), IDIE (España), AITESA (España), Danmarks Tekniske Universitet (Dinamarca), SDLO-PRI (Holanda) y AUNERGY THERMOSOLAR (España).
El mercado energético en su conjunto, y los países con un elevado recurso solar en particular, aguardan expectantes las nuevas generaciones de plantas CSP, capaces de competir con tecnologías convencionales en la generación de electricidad renovable y sostenible. España y Estados Unidos lideran el desarrollo tecnológico y la implantación comercial de esta tecnología, aunque son ya 19 los países que cuentan con instalaciones comerciales y de demostración CSP. En particular, cabe destacar la inauguración de nuevos proyectos en países con un enorme potencial económico y energético como China, India, Australia, Emiratos Árabes, Marruecos, Chile, Israel y Sudáfrica.