De acuerdo al Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la hierba elefante, un cultivo que se usa para alimentar al ganado, podría utilizarse para producir biocombustibles y ayudar a cubrir las necesidades de energía de una forma ecológica y económica.

La hierba elefante o pasto de Uganda (Pennisetum purpureum) es un cultivo que tiene una gran resistencia a la sequía, crece bien en zonas marginales y cuando no tienen un fuente directa de agua, como en los despeñaderos donde sólo reciben el escurrimiento de un cuerpo de agua. De acuerdo con el genetista William Anderson, de la Agricultural Research Service (ARS), este cultivo fue aprobado por el Departamento de Agricultura por su alta capacidad para convertirse en un nueva fuente de bioenergía.

Para darse una idea de lo que los cultivos pueden hacer por el biocombustible es importante tomar en cuenta que el gobierno de los Estados Unidos ha determinado que con las nuevas tecnologías y con las fuentes de biocombustible identificadas, se podrían producir 36 billones de galones para el año 2022, aunque una buena parte de esa producción se derivará del etanol, se cree que si se aprovechan los cultivos,  como el de la hierba elefante, se esperan obtener 21 billones de galones de biocombustible.

Como parte de un esfuerzo para buscar alternativas ecológicas, Anderson y sus colegas compararon la hierba elefante con otros cultivos candidatos, para estudiar el rendimiento de cada uno de ellos. Los investigadores analizaron, además de la hierba elefante, caña gigante y de energía y mijo durante cuatro años, para después comparar el rendimiento de biomasa y las necesidades de cada especie, es decir, de nutrientes, cuidados y tolerancia a las inclemencias del clima.

La búsqueda de biocombustibles cada día se hace más necesaria, particularmente se buscan plantas fáciles de cultivar y que crezcan prácticamente en todas partes, la investigación realizada por el doctor Anderson se ha esforzado en determinar los diferentes beneficios y desventajas de cada una de las especies de planta de cultivo que han estudiado. El encargado principal de realizar la comparación y estudios de biomasa fue el doctor Joseph Knoll, junto con Timothy Strickland y Robert Hubbard, científicos de la ARS, de la agencia Southeast Regional Watershed Research Unit de Tifon y de la Ravindra Malik de la Albany State University.

Gracias a la atención que ha adquirido este cultivo, las granjas y bosques al sureste de los Estados Unidos podrán jugar un papel muy importante en la producción de biocombustibles y no solo alimentar a su ganado, sino ayudar a generar una economía verde. Los resultados de esta investigación se publicaron en el jornal BioEnergy Research.

Los investigadores continúan estudiando la hierba elefante para mejorar su rendimiento, la cantidad de fibra utilizable y la resistencia a las enfermedades.

Asimismo, están evaluando los sistemas de producción que utilizan gallinaza, fertilizantes sintéticos y la resistencia al invierno, así como los diferentes niveles de riego, tiempos de cosecha y fechas de siembra. Los resultados preliminares de esos estudios muestran que el rendimiento es suficiente sin riego, y que hay poca diferencia en el rendimiento cuando se utiliza gallinaza en vez de fertilizantes sintéticos.

Referencias: 

United States Department of Agriculture – Research, Education and Economics. “Napiergrass: A potential biofuel crop for the sunny Southeast”. ScienceDaily.

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