Por primera vez en la historia, la humanidad hoy tiene capacidad de cambiar los sistemas globales, para tratar de revertir el cambio climático, el doctor Rafael Luis Bras, provost (rector) y vicepresidente ejecutivo para Asuntos Académicos del Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech), en Atlanta.

El doctor Rafael Bras es una autoridad mundial en el tema de la hidrología e hidráulica y uno de los expertos más prestigiados en el estudio del calentamiento global, tema con el que ha logrado una fructífera relación con Mario Molina,  Premio Nobal de Química en 1995.

El científico ingresó este jueves como Miembro Correspondiente a la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y durante su toma de protesta afirmó:

“Estamos viviendo un momento en que por primera vez en la historia de la humanidad tenemos la capacidad, y lo estamos haciendo, de cambiar los sistemas globales, cuál va a ser el resultado de esos cambios aún no se sabe. Con lo que sabemos ahora, en mi opinión, podemos hacer mucho, aunque no tenemos conocimiento completo de todos los elementos de la problemática del cambio climático, pero sí sabemos lo suficiente para tomar acciones y pasos que puedan evitar sorpresas”.

En su conferencia magistral “Complejidad y organización del ciclo hidrológico” refirió que el ciclo del agua, tan complejo y a la vez organizado, transporta materia y energía en volúmenes que se miden en miles de millones de kilómetros cúbicos; es el «sistema circulatorio» del planeta. Muchos fenómenos dependen de las diferencias entre estos volúmenes y sobre todo de las interacciones entre diversos factores —clima, suelo, humedad, vegetación— que son dinámicos y «no importa con qué se comienza, son los ingredientes básicos que interaccionan de una forma no lineal con el resto de los procesos y son sumamente necesarios para los resultados que vemos en la naturaleza».

Una de estas interacciones ocurre en la deforestación de los bosques y las selvas, como en el Amazonas, donde el grupo del doctor Bras observó a lo largo de 10 años por medio de imágenes de satélite que sobre las zonas deforestadas se forman nubes menos «profundas» que en las zonas aún forestadas. Esto implica un cambio en el régimen hidrológico, pues en la zona deforestada la cantidad de energía necesaria para formar las nubes es menor, por lo que ahí disminuye la precipitación. «Un cambio significante en el proceso puede provocar resultados inesperados.»

Dentro de su área de estudio, la hidrología, el investigador ha analizado el fenómeno de auto-organización de los ríos, por el deslizamiento, sistema de drenaje, o la transformación del paisaje, entre otros. Con ello ha descubierto que la naturaleza no es homogénea y los sistemas hidrológicos son tan complejos que la simple alteración de uno de sus factores afecta al mismo tiempo a los demás; sin embargo, dijo, «al ver cómo la naturaleza trabaja, la humanidad hoy tiene la capacidad de cambiarla, pero no quiere decir que tenga la capacidad de controlarla».

La ceremonia de ingreso del investigador de origen puertorriqueño se realizó en el Instituto de Ingeniería de la UNAM con la presencia de su director, Adalberto Loyola Robles; Héctor García Compeán, miembro del Comité de Membresía de la AMC, en representación del presidente de la Academia, José Franco; y de su anfitrión Raúl Flores Berrones, del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua.

García Compeán recordó que con la designación de Miembro Correspondiente de la AMC se reconoce la trayectoria y obra de aquellos investigadores extranjeros o radicados fuera del país que además de haber destacado en su campo de trabajo han contribuido de manera importante al desarrollo de la ciencia mexicana.

Agregó que el profesor emérito del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) ha tenido una sobresaliente labor en la formación de nuevos investigadores fungiendo como maestro y tutor de varios estudiantes mexicanos a quienes ha dirigido sus tesis de maestría y doctorado en el MIT, y una comprometida y sólida cooperación con grupos de investigaciones mexicanos de diversas universidades, colaboración que ha dado lugar a una larga lista de actividades relacionadas con la hidráulica y la hidrología.

La lectura de la semblanza del profesor Bras corrió a cargo de Raúl Flores Berrones, y Adalberto Loyola Robles le dio la bienvenida. Dijo que el tema de especialización del nuevo Miembro Correspondiente es relevante para la comunidad del Instituto que dirige, ya que éste nació con tres pilares en 1956, cuando surgió como un departamento de investigación de la entonces Escuela de Ingenieros de la UNAM: estructuras, geotécnica o mecánica de suelos, e  hidráulica.

Añadió que es un gusto que un académico y profesional de la experiencia y prestigio de Rafael Luis Bras sea objeto de una solemne ceremonia por parte de la AMC  y “en mi papel de anfitrión expreso el beneplácito que mis colegas y yo tenemos con la presencia del investigador”.

Rafael Luis Bras recibió su diploma y el fistol que lo confirman como Miembro Correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias, hecho que consideró un gran orgullo y un honor que pocos han recibido.

“Ingresar a este grupo conformado por personas de alta influencia, inteligencia y crecimiento probado y ser parte del mismo me causa mucho orgullo. Lo otro que para mí es muy importante es que siempre he sentido una gran afinidad con México, tengo muy buenos amigos aquí, un país precioso, me encanta su música, la gente y por lo tanto ser reconocido es muy importante”, mencionó

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