La inseguridad alimentaria es una amenaza a la paz social


Uno de los problemas que enfrenta una nación que no garantiza su autosuficiencia alimentaria es la dependencia en un sistema mundial dominado por unas cuantas empresas multinacionales, las cuales distribuyen los alimentos en un marco de mercados globales, desestructuran el mercado interno y fracturan el tejido social, aseguró la doctora en economía Michelle Chauvet Sánchez Pruneda, jefa del área de Impactos Sociales de la Biotecnología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En el encuentro académico Reflexiones en torno a la seguridad nacional en México. Homenaje a José Luis Piñeyro, organizado en la Unidad Azcapotzalco de la UAM, la Profesora Distinguida de la UAM partió de la noción de seguridad nacional acuñada por José Luis Piñeyro, que la define como una situación en que la mayoría de los sectores y clases sociales tiene garantizadas sus necesidades vitales mediante las decisiones del gobierno nacional en turno y las instituciones del Estado frente a amenazas o retos internos y externos.

En este marco, añadió, la inseguridad alimentaria es una amenaza a la paz social, pues es un componente vital para la población.

Según datos de FAO, en  2013 México aumentó la dependencia alimentaria en el rango de importación. En el caso del huevo, maíz blanco, café oro y azúcar es menos de 10 por ciento, pero por arriba de este porcentaje está la leche, frijol, carne de aves y sorgo con 30 por ciento.

Entre un 30 y 50 por ciento se importa carne de cerdo y bovino, somos exportadores de becerros e importadores de carne. En total se importa más de 50 por ciento del maíz amarillo, arroz y soya, afirmó.

La FAO considera que hay vulnerabilidad alimentaria cuando 25 por ciento de alimentos proviene del exterior, y México está en un 60 por ciento de importación de alimentos. Se está lejos de lograr una soberanía alimentaria, lo cual implica que los productores decidan qué producir, cuándo, cómo y cuánto.

La especialista estacó que hay una doble vulnerabilidad porque se abandonan las prácticas de abasto vía el mercado interno, se desmantela la estructura productiva y no hay forma de contender con producción interna, frente al alza de los precios de los alimentos en el mercado mundial.

Por otro lado, aseveró, las políticas sociales como Pronasol, Progresa y La cruzada contra el hambre, no procuran el consumo de lo que las comunidades producen. Los comedores comunitarios funcionan con productos del exterior, como cocteles de fruta enlatados que vienen de Estados Unidos.

En 2015 hay una ecuación perversa de obesidad y desnutrición en buena parte de la población. La propuesta es investigar de manera interdisciplinaria una serie de alimentos que sean nutritivos para diversificar la dieta, puesto que la actual está muy cargada de carbohidratos, azúcares y sal. Un ejemplo es la chía que tiene más hierro que la espinaca, más potasio que el plátano y 900 por ciento más antioxidantes que la naranja.

Desafíos para abatir el problema alimentario como parte de la seguridad nacional, es pasar de la inter a la transdisciplina, tomando en cuenta a los beneficiarios o afectados de las políticas, especialmente el conocimiento tradicional debe ir más allá de los muros de la universidad.

Se requiere, agregó, una cultura que recupere la estructura productiva y restablezca el tejido social; investigar los beneficios de los alimentos no convencionales a nivel regional, no solo energéticos sino nutritivos, y por último diseñar medidas para mitigar, adaptar o modificar la producción de alimentos frente al cambio o variabilidad climática.

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