La red darknet es la porción de internet en la que se mantiene el anonimato. Esta capacidad de privacidad y para trabajar de forma escondida hace que se utilice habitualmente para intercambios anónimos de informaciones sensibles, y muy a menudo, ilegales, como la venta de drogas o el intercambio de pornografía infantil o de contenidos con propiedad intelectual de forma gratuita.
Esta red es objetivo frecuente de ciberataques, pero generalmente fallan. Ahora los investigadores Manlio De Domenico y Alex Arenas, del departamento de Ingeniería Informática y Matemáticas de la Universidad Rovira i Virgili (URV), han conseguido dar con las razones por las que la darknet es muy difícil de atacar.
La darknet es capaz de volver a su estado inicial tras sufrir ciberataques gracias a una topología única y descentralizada
Según explican en un artículo publicado en la revista Physical Review E, la red darknet es prácticamente impenetrable por su topología única, significativamente diferente del resto de internet. Se caracteriza por una distribución no homogénea de conexiones, establecidas en trayectos muy cortos con alto nivel de clusterings o agrupaciones, así como por una falta de nodos altamente conectados.
Para demostrarlo, los autores han cuantificado, a partir de los datos publicados por el Internet Research Lab de la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU), la resiliencia (capacidad de recuperarse o adaptarse) de la darknet utilizando el análisis de redes. Han caracterizado su topología y han desarrollado un modelo que describe la manera como se transmite en ella la información utilizando la denominada ‘ruta de capas de cebolla’, una técnica que encripta los mensajes en múltiples capas.
Topología descentralizada frente a los ataques
Esto les ha permitido simular cómo respondería esta red ‘oscura’ ante tres tipos de alteraciones: los ataques que se dirigen a un nodo específico, los que provocan que fallen algunos nodos aleatoriamente y los que pretenden desencadenar una cascada de errores que se propagan a través de la red.
Los resultados del trabajo indican, en primer lugar, que para causar una perturbación importante es necesario atacar los diferentes nodos de la darknet cuatro veces más que los de internet. Además, los ataques en cascada a través de los diferentes nodos son fácilmente corregibles añadiendo más capacidad a la red.
Los autores atribuyen esta resiliencia a una topología más descentralizada que emerge espontáneamente desde el protocolo de la ‘ruta de capas de cebolla’ de la propia darknet. Frente a ella, la estructura de internet es más heterogénea.
Referencia bibliográfica:
Manlio De Domenico y Alex Arenas. «Modeling Structure and Resilience of the Dark Network”. Physical Review, 2017. E. DOI: 10.1103/PhysRevE.95.022313