La deforestación a gran escala del Amazonas provocará una disminución de las lluvias de un 12 % en la estación húmeda y de un 21 % en la seca para el año 2050, según un estudio británico que publica hoy la revista «Nature».
«Los bosques incrementan la cantidad de lluvia que origina el viento, y con nuestro trabajo averiguamos que la deforestación del Amazonas puede causar una gran reducción del volumen de lluvia en el sur de Brasil», explicó a Efe Dominick Spracklen, químico y autor principal del artículo.
Spracklen y su equipo de científicos de la Universidad de Leeds (norte de Inglaterra) estudiaron cómo la densidad de las selvas afecta al volumen de precipitaciones entre los trópicos, a partir de datos obtenidos por satélite.
La vegetación desprende humedad desde la tierra hacia la atmósfera en un proceso conocido como evapotranspiración, que influye en la cantidad de lluvia.
El grupo de Spracklen descubrió ahora que el viento que atraviesa áreas frondosas de la selva produce, días después, el doble de precipitaciones que el aire que circula entre una vegetación menos espesa.
La selva amazónica y los bosques tropicales del Congo son los lugares en los que la vegetación tiene un mayor efecto sobre el régimen de lluvias, detalló Spracklen.
Cuando los bosques son sustituidos por pastos o cultivos, la humedad del suelo disminuye, lo que reduce a su vez la humedad atmosférica y las precipitaciones.
Al combinar este hallazgo con el ritmo de deforestación actual del Amazonas, Spracklen predijo que las lluvias se reducirán en la cuenca amazónica un 12 % durante la estación húmeda y un 21 % en la seca para 2050.
La deforestación de algunas partes de la selva del Amazonas reducirá las lluvias tanto allí como en otras regiones aledañas, como la cuenca del Río de la Plata, en donde este investigador calcula que las lluvias disminuirán un 4 %.
Los expertos temen que estos cambios perjudiquen al sector agrícola, que genera 15.000 millones de dólares (12.000 millones de euros) anuales en la Amazonía, así como a la industria hidroeléctrica, que proporciona el 65 % de la electricidad de Brasil.
Cada año se deforestan 50.000 kilómetros cuadrados de selvas entre los trópicos, aproximadamente la misma superficie que Inglaterra.
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