Una de las preguntas más interesantes que aborda la neurociencia contemporánea es dónde y cómo se almacenan los diversos tipos de memoria, ya que la adquisición y reactivación de memorias asociativas es esencial para la vida.
Hasta ahora se ha aceptado que la memoria de asociaciones espaciales se localiza en el hipocampo, una de las estructuras más primitivas de la corteza cerebral. Sin embargo, un artículo publicado en la revista Nature Communications cambia esta idea.
El trabajo, dirigido por José María Delgado García de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y Mazahir T. Hasan del Max Planck Institute for Medical Research (Heidelberg, Alemania) demuestran que determinadas formas de memoria asociativa relacionadas con este tipo de aprendizaje se forman y almacenan directamente en la corteza motora y no en el hipocampo como se afirma en la mayoría de textos de neurociencia.
El presente estudio demuestra que la capacidad de aprendizaje y memoria de la corteza motora no es posible sin la activación de los receptores tipo NMDA. Estos receptores se encuentran en la membrana de las neuronas y se activan por la presencia del neurotransmisor denominado glutamato.
En una primera serie de experimentos, los expertos entrenaron ratones de laboratorio a cerrar los párpados cuando oían un débil sonido que precede a la presentación de un soplo de aire aplicado a la cara. Este simple ejemplo de aprendizaje asociativo no se puede adquirir si se bloquea con técnicas moleculares la producción de receptores NMDA en la corteza motora.
Del mismo modo, el bloqueo de la expresión de receptores NMDA en dicha corteza impide también la adquisición de aprendizajes mucho más complejos como la capacidad de asociar el apretar una palanca localizada en la jaula del animal con la dispensación de una pequeña bolita de alimento. El bloqueo de la síntesis de los receptores NMDA se realizó con la ayuda de sofisticadas técnicas de biología molecular.
Para los autores, este trabajo supone un importante cambio en los conceptos actuales sobre el aprendizaje y la memoria, ya que el conocimiento de los mecanismos neuronales que subyacen a la adquisición, consolidación y rememoración de aprendizajes motores y cognitivos es un requisito relevante para el desarrollo de técnicas diagnósticas y terapéuticas relacionadas con diversas patologías, como las demencias.
Referencia bibliográfica:
Mazahir T. Hasan, Samuel Hernández-González, Godwin Dogbevia, Mario Treviño, Ilaria Bertocchi, Agnès Gruart & José M. Delgado-García. “Role of motor cortex NMDA receptors in learning-dependent synaptic plasticity of behaving mice”. Nature Communications, 27 de agosto de 2013.
Los expertos entrenaron ratones a cerrar los párpados cuando oían un débil sonido anterior a la presentación de un soplo de aire aplicado a la cara. / UPO